Me resulta impactante ver como algunos hogares se convierten en cárceles aisladas del mundo exterior. Persianas cerradas sin que entre un indicio de luz y sin que deje salir nada de su interior. Hogares aislados como refugios infranqueables, como una guarida donde evadirse y esconderse. Cada vez observo más este tipo de conductas, persianas cerradas las 24hrs mientras se hace vida en el interior. Me pregunto el por que de este desmesurado aislamiento, un autocastigo, autoprotección, aislamiento de la luz, miedos, intimidad, conductas que expresan emociones interiores y las reflejan en el exterior... Pueden ser muchos los motivos que impulsen aislarse y cerrar todas las persianas para que nada del exterior o del interior puedan divagar libremente. La ausencia de luz, conlleva unas consecuencias, como la perdida de la noción del tiempo y el movimiento de la vida diaria, con ello también se aísla la energía que transita libremente y renueva el día a día, se establece una pausa cargada en un ambiente espesante e incluso difícil de respirar, aún así ese circulo en la oscuridad gana adicción, aprovechando que hace mermar las energías y así poder atacar a muchos estados emocionales, llegando a la depresión.
Por otro lado también observo todo lo contrario, una mayor tendencia a los espacios abiertos, con amplios ventanales dejando ver la transparencia del interior. Ambos casos se acentúan y son cada vez mas visibles, los que prefieren la oscuridad y los que prefieren la luz. Ambos son duales y crecen cada vez más, pero con una marcada diferencia, o un lado u el otro, extremos opuestos. .
¿Que opináis los profesionales en psicología sobre este tema de aislarse cerrando ventanas y persianas mientras se hace vida en el interior?
¿Que sucede cuando no se deja entrar luz natural en la vivienda?