Las constelaciones familiares son una herramienta de sanación desarrollada por el terapeuta y filósofo alemán Bert Hellinger que nos llevan hacia más bienestar y más vida.
Las constelaciones familiares ponen en marcha un movimiento profundo que nos lleva siempre hacia adelante en un camino de sanación y de crecimiento hacia más, a través de la inclusión de aquellas partes de nuestro ser (de nuestro sistema familiar, pues nuestro sistema familiar habita nuestro cuerpo y ser) que se hayan excluidas y que necesitamos ver y tomar en nuestro corazón para sanar, sea de una dolencia física, problemas mentales, malestar en nuestra vida, problemas relacionados con la pareja (como no encontrar pareja), con el trabajo o la falta del mismo, una empresa, un negocio que no prospera, el dinero (por ejemplo no tenerlo), robos, pesadillas, hijos, mascotas enfermas (a menudo cargan con algo nuestro), fracasos de cualquier tipo, accidentes, herencias, venta de propiedades...
Las constelaciones (o configuraciones) familiares pueden ser tanto individuales como en grupo, a distancia o presenciales. En los talleres de nuevas constelaciones, estas tienen lugar en silencio, en un recogimiento profundo, permitiendo así que el campo (la fuerza que se manifiesta a través de la constelación, la energía, la mente-espíritu como lo llama Bert Hellinger) pueda mover a los representantes hacia la solución buena para todos.
Durante los talleres realizamos ejercicios que ponen en marcha movimientos de sanación en nuestras vidas, para todos los participantes, se constelen o no. La constelación, más allá de estos ejercicios, se centra en el problema específico del cliente, o aquello que es prioritario para el cliente lo sepa este o no (el campo siempre lo sabe).
El trabajo que realizamos mediante las constelaciones afecta no solo todos los aspectos de nuestra vida (pues todo se haya interconectado), sino incluso a parientes y personas que no han estado presentes en el taller (todos estamos conectados, más allá del tiempo y del espacio).