Desde la infancia tengo la capacidad de estar en contacto con el plano espiritual, de ver a estos seres, sentir su presencia y escuchar sus mensajes.
Eso me ha hecho buscar el sentido de la vida, y me llevo a formarme en muchas disciplinas para conseguir la fusión completa con la luz de su propio ser.
Acompaño a las personas a sanar sus heridas y a desarrollar su potencial, para encontrar la mejor versión de sí mismas, con más de 20 años de experiencia.
Mari Bejarano