¿Tienes la vida que quieres tener?

18 Dic 2018 lectura de 11 minutos
¿Tienes la vida que quieres tener?

Muchas mentes se revolucionan ante la idea, la posibilidad o el enunciado de: Tenemos la vida que queremos tener. Lo que ocurre es que no sabemos cuántas cosas podemos hacer con nuestras vidas, cuánto es aprendido o innato en el ser humano y cuánto no. Por eso siempre me oiréis decir que "El ser humano nace para la grandeza. Es el tipo de educación la que le limita".

Aprendemos a reaccionar. Aprendemos reacciones y sentimientos. Si, sentimientos. Aprendemos creencias, aprendemos lo bueno, lo malo y de lo somos o no somos capaces de hacer. Lo cierto es que esto se puede elegir, cuando eres mayor. Puedes decidir y cambiar todo aquello que te hace mal, sufrir o te aparta de lo que quieres para tu vida. Ahora bien, no está exento de conocimiento: cómo funcionas, y de trabajo.

El ser humano no se preocupa para en conocer cómo funciona el pensamiento, los sentimientos, las creencias, el autoestima. Y si desconoces cómo funcionas, te subestimarás, porque no sabrás sacarte, todo el partido. Lo interesante de todo esto es que se puede aprender.

Lo interesante de todo esto es que seguimos haciendo y trabajando todos los días para nuestras vidas. Así que aprendiendo a ir en la dirección correcta: aquella que te ACERCA a lo que quieres para ti y tu vida, en vez de continuar por la incorrecta, hacemos lo mismo: trabajamos, decidimos, hacemos...solo que acercándonos en vez de alejándonos de lo que queremos conseguir.

Por eso felicidad para mi es ser la persona que quieres ser y tener la vida que deseas. Y esto incluye considerarte más grande que tus problemas, aprender a solucionarlos y a tomar decisiones que te hagan feliz.

Algunos consejos

1. Oportunidad

Lo que normalmente hacemos: Cuando vivo cada situación como dada mi vida se vuelve...un sinsentido lleno de cotidianidad, rutina y estancamiento.

Cuando aprendo a ver las situaciones como oportunidades para aprender, mejorar y crear, todo cambia porque puedo utilizar cada situación para dirigir y mejorar lo que tengo en mi vida que no me gusta, lo que me es agradable hacerlo mejor y conseguir aquello que pienso que me falta para ser feliz.

2. Si afirmo algo categóricamente, mi mente y yo nos vamos a dormir

Esto es lo que normalmente hacemos, hablamos y actuamos con verdades absolutas aún sin saber. Si digo no puedo, esto es así o asá, afirmo como verdad absoluta, entonces no dejó espacio para nada más. ¡Ah! ¿Qué no puedes? Pues entonces ni lo intento. Este es el acuerdo al que llegáis tu mente y tu después de afirmar algo como verdad absoluta. Deja de hacerlo.

3. Aprende a hacer preguntas

Es básico saber qué tengo que preguntar para que las respuestas me sirvan, me aporten algo en dirección a lo que quiero conseguir o mejorar. Así cuando pregunto ¿Y si quiero.... ? ¿Y si...? Entonces la respuesta que te daría otra persona sería ¿Y si...? ¿Y si no quieres...? No son preguntas correctas porque una pregunta "¿Y si?" no tiene respuesta. Callejón sin salida. Elimina los "y sis" de tu vida, son producto del miedo, te frenan.

4. Pon un cómo en tu vida

¿Cómo puedo conseguir esto? ¿Qué tengo que hacer para conseguir lo otro? ¿Cómo puedo mejorar/solucionar/etc esto o esto otro? Esta SI es una buena pregunta. Cuando hacer la pregunta correcta ni tu mente ni tú os vais a dormir hasta que tengáis la respuesta! Aquí le estás diciendo a tu mente tres cosas: La primera: Ponte a pensar. La segunda: ponte a pensar es esta dirección: la solución. La tercera: al preguntarte en primera persona aparece la creatividad: varias respuestas, diferentes caminos que puedes tomar para llegar donde quieres.

Así que recuerda: Ve cada instante como una oportunidad. No afirmes categóricamente que no puedes hacer algo, lo conviertes en real. No marees la perdiz con preguntas sin respuesta, solo te calientan la cabeza, pon un COMO en tu vida y se consciente de puedes cambiar lo que no te guste de ella.

Así que... ahora dime...

¿Cómo cambiaría tu vida si crees que puedes hacer algo para cambiarla? Desarrolla felicidad, puedes.

Método defe-licidad

Ahora vamos con mi método básico, método defe-licidad para tener la vida que quieres tener. ¿En qué consiste? ¿Qué áreas hay que trabajar?

1. Tu sistema emocional

El primer paso es preocuparte por tu sistema emocional.

Desarrollar inteligencia emocional es una de las principales formas de aumentar tu felicidad porque lo primero que debes saber es la diferencia que existe entre emoción y sentimiento.

La emoción es intrínseca al ser humano. Nos avisa de algo importante. Es nuestro detector. Y lo más importante es que venimos con ello de serie así que no es necesario que estemos pendientes. Nuestro sistema emocional se activa solo. Esto significa que cuando estemos ante una posible situación de peligro, nos avisará (el miedo); cuando estemos ante una situación en la que percibamos una posible pérdida, nos avisará (la tristeza); cuando queramos algo en nuestra vida y estemos ante una situación que puede ser que lo obtengamos, ahí estará (alegría); y así sucesivamente. Es decir, nuestro sistema emocional está para avisarnos.

¿Sabías que la ansiedad y el estrés también lo son?

  • La ansiedad nos avisa de una posible situación de amenaza. Y por eso se confunde muchas veces con el miedo.
  • El estrés nos avisa de los imprevistos y pone a nuestro cuerpo en alerta para la gestión rápida de dichos imprevistos.

Cuando se tratan para impedir que las personas que padecen estrés y ansiedad eliminen conductas, sino se tiene en cuenta que son emociones intrínsecas, no se resuelve el problema.

Esto es en la práctica que si alguien te dice que elimines la respuesta de ansiedad, olvídate, se dará igual o intentarás controlarla y antes o después se volverá a repetir. Hay que realizar el cambio empezando por ejercicios fuera de situaciones de estrés y ansiedad repitiéndote: cuando aparezca una situación de estrés/ansiedad, haz X. Cuando reacciones X haz Y. Se trata de una reeducación que rompa la asociación Situación-Sentimiento.

La diferencia entre una emoción y un sentimiento es esta:

  1. Emoción
  2. Sentimiento: Emoción + Conciencia + Asociación.

La conciencia es el momento en el que digo... ¡ah! siento miedo, tristeza, alegría. Es el momento de identificar la emoción que estamos sintiendo.

La asociación es la explicación que hago del porqué, el cuándo, el cómo.. aparece esa emoción.

Y aquí está el error. Lo que almacenamos en la memoria es la explicación, el sentimiento.

El problema es que la asociación o explicación que doy a lo que sucede.... depende de mi estado de ánimo, edad, nivel de conciencia y/o madurez, interpretación de la vida, etc.

Cuando se almacena en la mente....esa asociación hace que tiendas a repetir la misma conducta, incluyendo el cómo te sientes ante situaciones iguales y parecidas...

2. Mente

Tu piensas, no piensa tu mente, así que si los sentimientos se forman con explicaciones puntuales, las creencias también.

Algo que tienes que saber sobre tu mente es que A) se puede reeducar, y B) solo puede pensar en una cosa.

Chiste fácil...tanto hombres como mujeres... así que...

El pensamiento positivo nos conduce a encontrar soluciones.Si piensas en el problema no puedes pensar en la solución. ¿Sabías que esto es...pensamiento negativo? Es decir, el pensamiento negativo se basa en mirar al problema, lo que crea la paradoja de que cuánto más lo miras, más difícil es, de solucionar, más empeora, se alarga en el tiempo la situación, tu malestar, sufrimiento...

Piensa por un momento, cualquier pensamiento negativo que tengas, cuando regañas a alguien o a ti mismo o a ti misma, piensa cuando te quejas, cuando echas las culpas, piensa en cualquier situación con un no por delate. ¿En qué haces hincapié? En el problema.

¿Más paradojas? Si quieres salir de un problema... debes dejar de pensar en el problema y empezar a pensar...en la solución.

Pensamiento positivo = solución. Ese es el valor real, que gracias a que los científicos han comprobado que esto es real mediante la neurociencia, disciplinas desde las más recientes hasta las más antiguas, empezamos a tener más peso o consideración en la sociedad tan científica en la que vivimos, ya que filosofías y culturas como la hindú o china llevan trabajando cuerpo-mente en esta dirección desde siempre.

No te creas mis palabras a pies juntillas. Piensa, revive alguna situación o pensamiento positivo que tengas y analízalo, ¿en qué pone el acento? En la solución, en el puedo.

¿Quieres ver cómo cambiar un pensamiento negativo a uno positivo? Vuelve al principio del artículo y verás como te enseña a preguntarte. La clave para salir del pensamiento negativo al positivo está en preguntarte.... ¿cómo? una y otra y otra vez.

El pensamiento es tirano porque está para protegernos. Si tu le dices que algo te da miedo, evitará que pases por cualquier situación parecida a las que le hayas dicho, provocando sentimiento de miedo para protegerte. Por eso es tan importante aprender a dominar el pensamiento positivo, porque te da el poder de ponerlo de tu parte siempre que lo necesites. Evitar evitar, y hacer.

3. El tercer componente. Autoestima y confianza

El autoestima es el concepto y valoración que nosotros hacemos de nosotros mismos, que va formándose a lo largo de la vida y que depende de nuestros padres, experiencias, amistades, interpretación de la realidad, etc. Es quien nos cree capaces o no de hacer X cosas. Es quien nos dice lo que nos merecemos o no. Así que está determinando nuestras decisiones desde las más pequeñas e insignificantes hasta aquellas que tienen que ver con nuestro proyecto de vida, incluyendo trabajo, familia y amor.

Todos tenemos autoestima. Es la cantidad la que es diferente.

Ahora, muchos no creen en el autoestima porque se quedan sin profundizar en...me digo que me quiero. Se quedan con una sensación de que esto es egoísta.

El autoestima es inversamente proporcional al ego. El ego sale porque sabe que "tu te crees inferior, incapaz, o no merecedor/a de esto o aquello" y salta herido en diferentes formas, para evitar ser dañado. Así que una persona con buen autoestima no necesita a su Ego para que la defienda.

Además es absurdo pensar que uno no debe saber en qué es bueno y en qué no, para poder mejorar lo que le falta si lo necesita o saber cuáles son sus virtudes para cuando las necesite.

Un ejemplo es que si yo que estoy aquí sentada escribiendo, quiero ir a por agua, que está en la cocina, y no sé que tengo dos piernas, no sé cómo ir a por ella.

¿Véis lo absurdo que resulta? ¿Cómo no voy a saber que tengo piernas, o que soy inválido y necesito moverme en silla de ruedas? Pues deberíamos opinar lo mismo de nuestro autoestima. Conocerte es lograr. Conocerte es poder. Conocerte es felicidad.

4. El cuarto componente de mi método es la materialización de sueños

El ser humano no viene equipado con nada que no pueda utilizar. La imaginación, la ilusión, la creatividad las tiene el ser humano para soñar.

La capacidad de decidir, de actuar, de evaluar situaciones y analizar, las tiene para materializar lo que sueña.

Que te hayan dicho que eres tonto no lo hace verdad. Que te hayan enseñado todo lo que no puedes hacer no hace verdad que no puedas hacer. Que te lo creas, si.

Así los miedos se cumplen porque nos los creemos.

Los sueños no porque no nos los creemos, y a menudo vemos barreras en vez de opciones. Es decir, pensamos negativamente en vez de positivamente, nos centramos en los problemas en vez de en las soluciones. Y ¿Cómo lo hago? ¿Aún no te quedó claro? preguntándote cómo.

La felicidad no está exenta de trabajo. Trabajar, trabajarás igual. Ahora sabes que puedes elegir la dirección entre trabajar y alejarte de aquello que quieres ser, tener en tu vida o resolver.... o trabajar y acercarte a lograr lo que quieres ser, lo que quieres tener en tu vida o resolver.

¿Cómo cambiaría tu vida si crees que puedes hacer algo para cambiarla? Coge papel y lápiz y apúntalo.

Desarrolla felicidad, puedes.