Emociones y ejercicio: ¿escaleras?

Beatriz Troyano Diaz
12 Nov 2019 lectura de 4 minutos
Emociones y ejercicio: ¿escaleras?

Ahora que comienza el otoño y el pesimismo se apodere de nosotros (el otoño es la época del año en que hay más depresiones), aprovechar los días de sol y salgamos a la calle a hacer ejercicio, a respirar profundamente y a recargar esas pilas gastadas por el estrés y estos tiempos convulsos.

Pero ¿cuál es el efecto del ejercicio en nuestras emociones y qué ejercicio te viene bien?

Ya habrás oído en bastantes ocasiones que las hormonas denominadas de la felicidad son las endorfinas, las cuales se multiplican en los momentos en los que disfrutamos con lo que hacemos, éstas, además de hacernos sentir más felices, ayudan a que nuestro sistema inmunológico esté más fuerte, lo cual en ésta época del año no viene nada mal, y, por ende, nos hace más fuertes frente al estrés. Y, aunque hay varias maneras de estimular éstas sustancias químicas que genera el cuerpo, la más inmediata es mediante el ejercicio físico, si lo sé, ese ejercicio que sabes que tiene viene muy bien y que si embargo, según avanza el frío más pereza te da.. ¡ese!

Porque además resulta que, según la “Hipótesis de la Distracción” (Bahrke y Morgan, 1978) durante el tiempo en que realizamos una actividad física, nuestra mente está concentrada en lo que está haciendo y olvidamos de manera temporal lo que nos preocupa, el famoso rummage y los quebraderos de cabeza.

Pero de todos los tipos de ejercicio físico que existen, ¿cuál te beneficia más?, o lo que es más importante, ¿cuál te apetece más y va contigo? Porque no es cuestión de que te sumes a la moda del boxeo, el yoga o el pilates, la cuestión es que realmente "te enganches" con algo que te guste hacer, ya que esa será la única manera en que realmente subas tu motivación, tus endorfinas y además tu autoestima, ya que estarás cumpliendo objetivos.

Cómo buscar el ejercicio físico que más va contigo

Para decidirlo déjate de modas y mírate a ti: haz un listado de al menos tres actividades que te gusten: pasear, bailar, hacer natación, practicar Pilates, jugar al fútbol, hacer taichi... todo tipo de deporte es bienvenido, incluso el de poner música en casa y recogerla con ritmo (no hace falta una inscripción en un gimnasio para que consigas sentirte bien), o puedes plantearte subir las escaleras a tu casa, tu trabajo, el metro... y plantéate realizarlo al menos un día a la semana, sin agobios, más vale poco y bien que mucho y mal... Si posteriormente lo puedes ir subiendo gradualmente. ¡Estupendo! Pero comienza por metas realistas. Es mejor que hagas un poquito de manera constante a que hagas mucho y a la semana siguiente hayas tirado la toalla.

Descubrir el ejercicio físico que más va contigo - personas practicando ejercicio

¿Sabías que se han realizado muchos estudios sobre el ejercicio de subir y bajar escaleras? Quizá el más relevante fue el de Philippe Meyer que realizó en la Universidad de Ginebra, haciendo utilizar exclusivamente las escaleras a 69 empleados de la universidad. Éstos empleados llevaban una vida muy sedentaria (realizaban menos de dos horas de ejercicio a la semana).

Tras tres meses utilizando exclusivamente las escaleras se encontró que la mejoría de la capacidad aeróbica equivalía a una reducción del riesgo de morir de forma prematura hasta en un 15%. Así mismo, se observó una disminución en la grasa acumulada en la cintura, bajada de la presión arterial y el colesterol, es decir, de todos los factores de riesgo ante las enfermedades cardiovasculares.

Además es uno de los ejercicios que más calorías quema en menos tiempo, en sólo 15 minutos subiendo y bajando puedes consumir 120 kilocalorías y ganar musculatura, así que imagina lo que puedes perder en una semana y ganar en salud.

Decide qué te apetece hacer a tí y ¡a disfrutar!