No vemos las cosas como son, sino como somos nosotros

Liliana Sinardi Angio
22 Jul 2021 lectura de 9 minutos
No vemos las cosas como son, sino como somos nosotros

Una frase para empezar a dialogar con vos, dicha por muchos pensadores de todas las épocas. Se le atribuye a Confucio siglo V AC, luego se le adjudica al filósofo Immanuel Kant, siglo XVIII, a Jiddu Krishnamurti, S XIX, a Henry Beecher a principio del siglo XX y hoy en el siglo XXI a muchos que seguimos repitiéndola.

Pertenece al inconsciente colectivo, ya no es de nadie y es de todos, como lo que se plasma en el éter y todos lo tomamos, porque parece ser verdadero. Por eso, a pesar de que pasen los siglos, lo importante es descubrir que la "realidad" que todos creemos conocer y descubrir cada día, está sumamente influenciada por nuestra forma de pensar, y nuestra forma de pensar está totalmente teñida de la forma de pensar de nuestros padres, abuelos, y muchas más generaciones, ya que todos heredamos en la memoria celular al nacer, memorias de ancestros, lindas y tristes tal como ellos vivieron. Recibimos todo en el ADN emocional, recursos positivos, talentos, habilidades y angustias y traumas que no pudieron resolver.

Lo que una generación no resolvió, lo repite y lo transmite a la siguiente.

Los recuerdos lindos para bendecir y agradecer y los tristes para sanar. Hoy gracias a Dios podemos hacerlo fácilmente.

La mayor parte del día, vemos el presente con los lentes del pasado, y ni siquiera con nuestros lentes, sino con los que heredamos, que además ya están viejas, dañadas y no dejan ver ni la realidad como ellos la veían.

Y no podemos ver el presente, el aquí y ahora, y mucho menos vivir en él, como deberíamos, por seguir anclados en el pasado cruel, traumático, lleno de recuerdos de dolor, de angustia y sinsabores que no nos permiten estar y disfrutar del presente que, además, es el único tiempo que tenemos para vivir. El hoy.

El pasado ya fue y el futuro aún no es, son tiempos mentales, no tiempos reales. Solo el presente es nuestro tiempo y por vivir en tiempos que no son, nos perdemos de vivir en el único tiempo que es nuestro tiempo, el hoy, el presente, tu presente, donde puedes ser y sentirte en plenitud con tus seres amados. Al vivir preocupándote por el pasado, vivimos con estrés, llenos de miedo, de ansiedad, de angustia, de tristeza, desolados, desesperanzados por el pasado, y es nuestra mente la que no lo deja pasar y, por ello, nos sigue pasando hoy lo mismo de ayer. Y a veces peor aún, aunque hayan transcurrido muchas décadas, o centurias, da igual, ya que el inconsciente es atemporal y se vive como si sucediera una y otra vez el mismo hecho en este instante.

Cuando estamos desarmonizados, nuestro cerebro pierde la capacidad de analizar, de categorizar, de crear, de imaginar, de hablar adecuadamente, y entra el inconsciente a jugar y a ocupar el lugar de la consciencia, perdiendo nuestros recursos para positivos, nuestros talentos, para actuar, para proyectar, para vibrar en amor, en libertad, en espiritualidad.

Solo estando en coherencia con nuestro ser autentico, y con el Dios que habita en nosotros ya que somos a imagen y semejanza, justamente para seguir cocreando con Él en nuestra vida a cada instante y en todo este Universo maravilloso, del que somos parte y que necesita de nuestra participación plena para seguir siendo y existiendo para el bien de todos.

Las emociones negativas generan pensamientos perturbadores que nos roban la energía, la alegría, y nos hacen ver la realidad como estamos, más que como somos, como dice la frase, "porque el estado del ser se puedo cambiar justamente".

Somos seres de luz, creados por la Luz, por el Amor, por la Bondad de Dios y, al dejar de sentir dicha conexión con nuestra esencia espiritual, damos paso a las penumbras de nuestro ser, de nuestro pasado, oscureciendo la realidad, obnubilando nuestro camino y perdiendo la esperanza en una vida mejor, en un mundo mejor como seria nuestro deseo y el del Ser que nos creó.

Si en nuestra familia hubo abusadores, y no se sanó dicho trauma, el abuso será parte de nuestro alfabeto con el que aprendimos a leer todo lo que se nos presente, ya dese los estudios, luego en el trabajo, la familia, los amigos y por supuesto en la pareja. Sentiremos abuso físico o mental, o seremos participes de lo mismo, ya que uno atrae vibracionamente lo que emite, lo quiera o no, lo sepa o no. Es la bendita “ley de atracción” que tanto habrás escuchado hablar en los últimos tiempos, y que los antiguos sabios conocían bien. Solo fue un secreto bien guardado por muchas generaciones, para quitarnos el poder de elección y de concreción que teníamos para lograr lo que queríamos.

La información negativa, está ahí, "dormida", esperando salir a cada instante para amargarnos la vida, lo sepamos o no, lo creamos o no. Nos está mostrando que hay algo que hay que ver y sanar. Cada 16 segundos se filtra un pensamiento inconsciente, una emoción que no podemos controlar y si le damos cabida perdemos el eje de nuestro accionar y solo repetimos una y otra vez el pasado reaccionando impulsivamente en cada acto.

Ahora bien, si queremos, podemos cambiarlo y transformarlo junto a alguien que te oriente como entrar conscientemente en ese “archivo” del pasado, ver quien sufrió el primer abuso, aunque no la hayas conocido, si está en tus memorias celulares, va aparecer la imagen, el recuerdo, el sentir de esa persona, como si fuera una foto o un video, lo verás, lo comprenderás y, al cambiar dicha emoción, podremos liberar ese resentimiento, esa ira, ese dolor, esa traición que sentías, para poder volver a confiar, sentir seguridad otra vez, y poder vivir vínculos amorosos y respetuosos y respetar, amar y sentirnos de la misma manera, como tanto queremos . Y sea lo que haya pasado, todo se puede “resignificar” decodificar, darle un nuevo sentido, comprenderlo a la luz del perdón, la compasión y decidir dejarlo definitivamente atrás.

No importa lo que pase o haya pasado, importa lo que hacemos con ello, ahí radica nuestro poder y nuestra libertad.

¿Qué nos aporta la Memoria Celular - Método Goncalves?

Con la Memoria Celular - Método Goncalves podemos entrar en esos “bancos de memoria” rápidamente, ver la información, ayudar al paciente (si eres terapeuta) a cambiar la emoción negativa con la que se registró ese hecho, liberarando definitivamente esa sensación de la memoria celular que en todas nuestra células se guardó y se atesoró por tanto tiempo. De esa forma. podremos recuperar la energía detenida, la alegría que se creía perdida, la fe que parecía imposible y volver a vibrar y a sentir amor, dignidad, respeto y aceptación por todo y en todos lados como merecemos.

Recuperar la autoestima, la valía personal, reconoce los recursos que contamos para desarrollarnos y desear expandirnos, concretar nuestros proyectos fácil y rápidamente, y ser felices como merecemos serlo.

Ahí "dormidos" junto a lo negativo, están también nuestros deseos más genuinos, el sueño mas noble, el objetivo mas loable que queremos realizar y creíamos imposible hacer y tenemos derecho a realizarlo.

Al decidir, volver a ver, resentir, repensar pero por última vez, logramos reprogramar esa información negativa, con amor, con aceptación, con perdón, hasta con agradecimiento, podremos por fin liberarla definitivamente de nuestro ser, sea nuestra o de ancestros, y empezar a vivir libre y responsablemente, con consciencia en el presente y descubrir la misión y el propósito de nuestra vida que nos hace felices, y dejar de “reaccionar en el presente por temas del pasado, que ya no tienen ninguna razón de ser.

Así solamente así podremos empezar a ver las cosas como son verdaderamente, ya que “Si cambias la forma de ver las cosas, las cosas, cambian de forma” y podemos ver las cosas como son y no como somos, o mejor dicho como estamos, ya que, si estamos enojados, todo tendrá el color del enojo, si estamos iracundos, todo será irritable, si estamos deprimidos, todo será gris, tu emoción pintará tu lente de ese color y todo lo veras de la misma manera.

Al sanar esos momentos viviendo nuevamente el hecho traumático, solo por unos instantes y por única vez, en compañía de un terapeuta capacitado, verás en la misma situación otra historia, otra realidad, otra emoción, otro sentimiento, otro pensamiento y otro accionar comandará tu vida, eligiendo que hacer, como actuar, como pensar y como sentir en cada presente, dejando de vivir en piloto automático, repitiendo una y cien veces el pasado que no quieres y que tienes que elegir dejarlo atrás. Con Memoria Celular, método holístico, vibracional, cuántico, podrás atenderte o capacitarte, para lograr ser feliz y ayudar a otros a serlo también.

El método tiene recursos maravillosos para entrar en esos “bancos de memoria” en pocos minutos y contamos con recursos frecuenciales, lumínicos y cromáticos, para cambiar automáticamente los desórdenes de la información. Al vivir aquí y ahora, todo cambia de color, todo tiene sentido, todo es amor y alegría, y podés afrontar todo lo que te suceda con tus habilidades, recursos; vivir de acuerdo con tu verdadero ser, ser quien eres y ser feliz como Dios te creo para que lo seas.

Aprender, para que no nos vuelva a suceder.