Dudas y preguntas sobre Regresiones a Vidas Pasadas - Parte 5

Miguel Peña
2 Ene 2023 lectura de 8 minutos
Dudas y preguntas sobre Regresiones a Vidas Pasadas - Parte 5

Con este artículo, que es la segunda parte de las preguntas más habituales, cierro un ciclo de publicaciones en las que quería acercar y aclarar un poco la Terapia de Regresiones de Vidas Pasadas. Espero haberlo lograrlo.

Si no has leído aun, consulta la primera parte de las dudas y preguntas sobre Regresiones a Vidas Pasadas.

Preguntas más habituales

¿Crees que podré lograr una Regresión a Vidas Pasadas?

En principio el noventa y cinco por ciento de las personas pueden acceder a esta experiencia, pero es de tener en cuenta que, normalmente, tienen más facilidad para ello son las personas habituadas a la meditación o las técnicas de relajación. Aquellas que no lo están a veces pueden necesitar dos o tres sesiones para empezar a “soltarse”.

Ten en cuenta que, si durante años has estado amordazando tus emociones para no sufrir, es comprensible que no sea así, de buenas a primeras, cuando consigas aflojar la tensión interior que te protege.

Ello es debido a una serie de condicionantes: el primero es la confianza que puedas tener en la persona que te acompañe, pero, incluso siendo grande dicha confianza, si temes que surjan aspectos íntimos que quizás no comentas con nadie, ni contigo mismo, esto es otra barrera. También otro escollo es el miedo a lo desconocido, o enfrentarte con algo que, tal vez, intuyes como duro o incluso terrible. Aunque a nivel consciente hayas olvidado, eso no significa que instintivamente no sepas que ahí hay algo que te causó mucho dolor en el pasado.

Este es el primer escollo para lograr entrar en Regresión y encontrar las respuestas que buscas, ya que bloquea su percepción. Lógicamente, de esta forma el trabajo queda como mínimo a medias, aunque en realidad normalmente no se realiza.

Es algo que hoy manejo con calma porque sé que es normal y lógico. Que no es resultado de la capacidad de la persona o, incluso, de mi propia habilidad. Sé, por experiencia, que hasta las personas que ya las han hecho previamente se acercam a la Regresión con cierta prevención. Ya se ha visto en muchas situaciones delicadas y sabe las sorpresas que se pueden encontrar. Y no siendo muchas de ellas nada agradables, es comprensible que así sea. Con lo cual mucho más cuando todavía se está en las iniciales y la confianza en la persona que nos acompaña no está consolidada.

Explico todo esto con detalle porque sé el temor que todos sentimos al acercarnos a esta técnica, y que no es un problema de poder o no poderla hacer, sino de dejarse llevar a la experiencia o no. Si uno se permite dejarse ir… Siempre sucede.

¿Regresiones con una tercera persona o telépata?

Esta es una pregunta que nadie te hacía hace sólo cinco años, y cuando expliqué las diferentes formas de trabajar Regresiones ni la mencioné porque no son Regresiones. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha puesto de moda en algunos círculos, pero como herramienta de crecimiento personal no tiene ningún sentido.

El que alguien te diga qué te ha pasado o pasa, es como, si se quiere decir de otra forma, ir directamente a un o una vidente, o como en tiempos pasados al Oráculo de Delfos. Y la sanación que se pueda obtener, es la misma que si de una curandera o curandero se tratara. ¿Es posible lograr la resolución de los problemas de esta forma? Depende… Siempre han existido videntes y curanderos. No obstante, excepto en un caso en el pasado y hace muchos años, no he vuelto a conocer a nadie que, realmente, tuviera esas capacidades, pero quién sabe… Sin embargo, eso no significa que sea una técnica de Regresión. En realidad será cualquier cosa menos lo que desde hace muchos años se entiende por tal. Ni siquiera los primero iniciadores en esta técnica, allá por los úiltiimos años del siglo XIX y primeros de XX lo planteaban de esta forma, sino como algo puramente personal.

Por otra parte, por experiencia directa con personas que anteriormente hicieron ese trabajo, muchos de los resultados que parece se obtuvieron, indican ser más propios de autosugestión que una solución real. Además, no pocas veces dejan improntas negativas, ya que crean en las personas miedos e inseguridades frente a aspectos negativos que no pueden controlar. No se les muestra cómo enfrentar dichas cuestiones dado que otro se ha ocupado, por lo menos teóricamente, de ellas. La persona no es más fuerte o segura, sino más dependiente.

Consideraciones sobre este trabajo con telépatas, videntes o sanadores

Ten muy presente lo que explico a continuación porque esta es la clave:

Lo que llaman Regresiones con Telépatas no son Regresiones, es como querer perder o ganar peso y pretender que el médico que nos ha establecido la dieta requerida la haga por nosotros. Es normal que se haya extendido, porque es algo bastante propio de los tiempos que hoy vivimos, donde todo se quiere fácil, sencillo y sin esfuerzo alguno, pero imposible en el mundo de los resultados reales.

La Regresión tiene como fin que la persona tome consciencia del problema, que lo aborde y, a través de esa toma de consciencia y el trabajo que le acompaña, amplie sus capacidades. Con ello se logra que se haga más segura, fuerte y con confianza en sus propias capacidades. Como digo a menudo: Iluminarse es comprender. Sin esa comprensión, que debe ser propia y personal, nada es posible.

Con ello se logra, como ya he dicho, tal como hoy se dice que la persona realmente se “empodere”. No porque unas leyes la protejan, sino porque es mucho más fuerte al haberse enfrentado a sus limitaciones autoimpuestas, miedos e inseguridades.

Resumen Final

Espero que con esta serie de artículos hayas podido aclarar tus dudas y ampliar tu conocimiento sobre la Terapia de Regresiones a Vidas Pasadas, sólo quiero terminar con un pequeño resumen.

Para mi, las Regresiones no son viajes al pasado, no son para hacer turismo de vidas pasadas, son una herramienta fabulosa para lograr lo que decía Jung:

Hasta que no te hagas consciente lo que llevas en tu inconsciente, este último dirigirá tu vida y tú le llamarás destino.

Las Regresiones son justo eso, hacer consciente tu inconsciente, y para ello sigo una serie de reglas o principios:

  1. En primer lugar, para mí la palabra Terapia no es la correcta. Terapia, de alguna forma, implica sanar algún tipo de enfermedad, carencia o deficiencia. Sin embargo, cuando una persona me pide trabajar con Regresiones, nunca considero que esté en una condición de esa índole, que esté enferma, sino que está perdida. A lo largo de estos 20 años he conocido personas en un estado, desde el punto de vista tradicional de la enfermedad, que realmente estaban realmente muy mal. Sin embargo, al trabajar con ellas descubrías, pasmado, que llevaban dentro de ellas una grandeza que es imposible explicar. ¿Y dónde estaba esa grandeza cuando las conocí y las veías tan hundidas e incluso desesperadas?
  2. Esa grandeza estaba perdida en las experiencias del pasado, enterrada bajo una montaña de traumas y condicionamientos. Ese estar perdido no es algo natural ni propio del ser humano. No es la naturaleza auténtica de las personas, es sólo el resultado de todos esos traumas y condicionamientos que se generaron en el pasado.
  3. Para que ella misma se pueda reencontrar sirven las Regresiones, ese su fin. Nunca se trata de averiguar qué o quién fue, eso es pura anécdota para mí. Lo importante es descubrir donde empezó y se generó esa situación que lleva a la persona a estar perdida.
  4. Cuando lo descubre ha dado el primer paso para liberarse de ello, y comprender es el segundo. Para ambas cuestiones debes ayudarla acompañándola, porque sola no puede ya que puede ser demasiado duro, pero tanto el viaje interior como la comprensión es suya, no es tuya. Tu no explicas nada, es ella quien comprende… Y debe de ser así, porque así descubre que, en realidad, lo que ha estado buscando toda su vida no era algo por lograr, por crear, sino por recuperar…
  5. Debía recuperar lo que llevaba dentro y que había perdido. Por eso su angustia, su desazón, porque no era algo por alcanzar en un futuro después de muchos sacrificios, renuncias y esfuerzos, sino que era algo que ya conocía, recordaba inconscientemente, que sabía que había perdido.

Por ello, quiero decirte algo que te sonará muy raro y que creo que nunca nadie antes te dijo.

No avanzamos hacia algo soñado o ambicionado más elevado, por más que ese sea el discurso más difundido y aceptado, sino que nos mueve la nostalgia de lo perdido y que, inconscientemente, sabemos que una vez fuimos y tuvimos.

Si un día te decides a recorrer ese camino, ya sabes donde me tienes. Y si quieres preguntarme acerca de cualquier cuestión o duda, hazlo, y si me es posible responderlas estaré encantado de hacerlo.