Me preguntan en ocasiones mis alumnas que cómo me he enamorado de los hipopresivos, que son un trabajo eminentemente físico, si siempre he hecho hincapié en la importancia del yoga por su visión de la persona desde una perspectiva física, mental y espiritual ¿Qué tiene que ver esto con la "gimnasia hipopresiva" o "abdominales hipopresivos" que suenan a cuerpo, cuerpo y nada más que cuerpo?
Lo primero que hay que aclarar es que el "cuerpo, cuerpo, y nada más que cuerpo" no existe. Si correr no tuviese un componente psico-emocional, las carreras populares estarían desiertas y la moda del "running" no existiría; lo mismo ocurriría con los gimnasios (¿Haría "spinning" alguien, si al terminar una agotadora sesión, no se sintiese a gusto y feliz?). Toda actividad física que realizamos nos reporta un beneficio mental, por eso cada vez más personas practican algún tipo de ejercicio para "desconectar" o "relajarse".
Se dice que la casa es el espejo del alma. A veces ocurre que una casa, en cambio, no refleja en absoluto el alma de los que viven dentro, y de hecho refleja el alma de alguien que ya no está allí (padres, abuelos, los propietarios de viviendas...) o es el espejo de un moda que ofrece un modelo, en lugar de fomentar la creación de tu propio lugar.
A veces es difícil crear un ambiente donde te sientes protegido, a gusto, tranquilo, feliz, sobre todo cuando no sabemos cuál es el entorno más adecuado para nosotros, o por qué parece que no tenemos bastante dinero, o por qué tenemos miedo del cambio.
A veces es difícil, simplemente porque no sabemos siquiera quienes somos, nos sentimos perdidos, y perdemos las coordenadas geográficas de nuestra casa. Y en casa no nos sentimos "en casa".
Toda transformación conlleva cambios, sin embargo no todo cambio conlleva transformación. Nuestra transformación requiere de conciencia, intención y movimiento.
A continuación, contáis con una serie de ejercicios de coaching que, realizados de forma consciente, provocan transformación y cambio en nuestro interior y en nuestras vidas.
Os animo a que los pongáis en práctica, juguéis y disfrutéis:
Vi por algún lugar una frase que me resonó muy mía, ya la utilicé para un escrito (y que está en parte incrustado en este), es la siguiente:
No te das cuenta de la profundidad a la que estás enterrado hasta que empiezas a cavar.
El crecimiento te llevará a ver más la sombra y la oscuridad, en ti, en el entorno, en los demás y en el mundo. Va a ser costoso y te va a traer dolor, va a afectar a tu vida y mover tu entorno.
Sobredimensionará la carencia, la dificultad, el peso, el dolor, la angustia, lo oscuro, la decepción... El proceso te hará ser hiper-consciente del lado del sufrimiento, de la oscuridad, de "lo que falla, va mal, falta".