No reconozco la Homeopatía como medicina alternativa

Franc T. Ruiz
15 Abr 2015
No reconozco la Homeopatía como medicina alternativa

La Ignorancia es el resultado de la falta de información.

"El Congreso acuerda que la Homeopatía sea realizada solo por licenciados en Medicina y Cirugía".

Este era el encabezamiento de la noticia publicada en el País el 29/09/2009.

La Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad una proposición no de ley del Grupo socialista que instaba al Gobierno a "adoptar las medidas necesarias para que el ejercicio de la Homeopatía se realice exclusivamente por licenciados en Medicina y Cirugía". Los grupos parlamentarios acordaron la inclusión de una enmienda sobre la necesidad de que los medicamentos homeopáticos con indicación terapéutica sean dispensados en las farmacias.

Mercedes Coello, diputada socialista, firmante de la iniciativa, dijo:

No cabe la menor duda de que la cada vez mayor demanda social de dichos profesionales justifica su regulación, con el efecto de evitar el intrusismo que tanto mal hace a nuestro sistema sanitario.
Mercedes Coello, diputada socialista

La Sra. Coello posiblemente desconocía que en 2008, la Federación Española de Médicos Homeópatas y la Sociedad Española de Médicos Homeópatas, conjuntamente con la OMC (Organización Médica Colegial), a través de la Comisión Deontológica y Visado, reconoció el ejercicio de la homeopatía como un "acto médico".

Como Naturopata, doy las gracias a la Comisión de sanidad por limpiar el terreno de la Medicina Alternativa.

Soy consciente de que estas palabras levantara la indignación de algunos. En primer lugar pido disculpas si en alguna forma os ofendo, no está en mi ánimo el hacerlo, y en segundo lugar os ruego que analicéis mis palabras. Me explico:

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la Homeopatía una medicina tradicional desde 2003. La OMS apoya el uso de las medicinas tradicionales si demuestran su utilidad para el paciente y representan un riesgo mínimo.

La homeopatía fue descrita por Samuel Hahnemann en el Organon, libro publicado en 1810. Recordemos que entonces los médicos eran auténticos matasanos, con remedios como las sangrías o las lavativas de mercurio; en este contexto, la homeopatía era igual de inútil que la medicina tradicional, pero al menos no dañaba al paciente.

Los remedios homeopáticos no son remedios herbales: eso es la fitoterapia, y las plantas sí que tienen sustancias biológicamente activas. La homeopatía, por el contrario, se basa en disoluciones repetidas de plantas, animales o minerales.

Es más: según la “ley de los infinitesimales” que Hahnemann se sacó de la manga, una sustancia es tanto más activa cuanto más diluida esté. Hoy sabemos, gracias al número de Avogadro, que en muchas formulaciones homeopáticas no queda ni una sola molécula de la sustancia original.

Pero lo peor no es eso. Es que los "homeópatas" también hacen disoluciones de productos insolubles, como el antimonio… que antes pulverizan y mezclan con lactosa, que sí es soluble. O, lo más preocupante, consiguen disolver cosas que ni siquiera existen. Un producto estrella, el Oscillococcinum, es un remedio homeopático basado en el oscilococo, una bacteria “descubierta” en 1918 que jamás se ha vuelto a observar.

Por último, en las bases de la Homeopatía, junto con la ley de los infinitesimales está la de los similares (similia similibus curantur): aquello que produce unos síntomas, diluido cura y/o previene esos mismos síntomas. Lo cual no tiene ningún sentido: no sólo porque se fijan en los síntomas en vez de la enfermedad de base, sino también porque según semejante tontería, el semen diluido podría ser un anticonceptivo.

Los medicamentos homeopáticos no tienen fundamento teórico, sodomizan las bases de la Química y la Física, y no hay pruebas de que funcionen. Y si a pesar de esto sigues dudando, no tienes más que comprar una caja de Sedatif PC, un remedio para tratar el insomnio que, curiosamente, no produce sueño. En el propio prospecto dice que se puede conducir y manejar maquinaria perfectamente después de tomarlo. ¿Hablamos de un somnífero?.

Otro sin sentido de la homeopatía que debería hacerte dudar es que no existe el ajuste de dosis. Si a un bebé le damos un biberón, a un niño un bocadillo, y a un adulto un entrecote, es lógico que también debamos ajustar la dosis de un medicamento. Sin embargo, Boiron afirma sin el menor empacho: cinco gránulos, en cualquier circunstancia.

Al profundizar sobre la homeopatía con varios compañeros tanto españoles, alemanes y rusos, siempre me he encontrado con la misma defensa: "En Europa la cubre la Seguridad Social"

No confundamos. Existen multitud de productos que si se venden es porque la gente los pide, no porque funcionen. Además, en España no hay ningún medicamento homeopático aprobado: todo están en transitoria. ¿Pero qué es aún mejor? Que, para registrar un medicamento homeopático, ni siquiera hace falta demostrar su eficacia.

Sobre el tema de que son medicamentos que lo cubren la seguridad social en Europa, es un eufemismo, una defensa realizada bajo el desconocimiento y la falta de información.

Suiza, donde la KVG lo cubría hasta que un análisis de eficacia en 2005 reveló que era inútil. O a Alemania, donde se retiró la cobertura pública en 2003. Así que “en Europa” se reduce a “en Reino Unido y Francia”. Y eso a pesar de los informes de expertos de ambos países solicitando que las arcas públicas no sufraguen la homeopatía, bien la Academia Nacional de Medicina francesa desde 2004 o bien el Comité de Ciencia y Tecnología del Parlamento británico desde 2010.

Podéis decir que si no tiene efectos, ¿cuál es el peligro?

El peligro es que haya que emplear dinero y recursos humanos en comprobar obsesivamente algo que ya sabemos: que la homeopatía no funciona ni tiene fundamento teórico.

El peligro es la distracción de tratamientos efectivos.

Particularmente me niego a reconocer la Homeopatía como Medicina Alternativa.