Se dice que la casa es el espejo del alma. A veces ocurre que una casa, en cambio, no refleja en absoluto el alma de los que viven dentro, y de hecho refleja el alma de alguien que ya no está allí (padres, abuelos, los propietarios de viviendas...) o es el espejo de un moda que ofrece un modelo, en lugar de fomentar la creación de tu propio lugar.
A veces es difícil crear un ambiente donde te sientes protegido, a gusto, tranquilo, feliz, sobre todo cuando no sabemos cuál es el entorno más adecuado para nosotros, o por qué parece que no tenemos bastante dinero, o por qué tenemos miedo del cambio.
A veces es difícil, simplemente porque no sabemos siquiera quienes somos, nos sentimos perdidos, y perdemos las coordenadas geográficas de nuestra casa. Y en casa no nos sentimos "en casa".
Toda transformación conlleva cambios, sin embargo no todo cambio conlleva transformación. Nuestra transformación requiere de conciencia, intención y movimiento.
A continuación, contáis con una serie de ejercicios de coaching que, realizados de forma consciente, provocan transformación y cambio en nuestro interior y en nuestras vidas.
Os animo a que los pongáis en práctica, juguéis y disfrutéis:
Vi por algún lugar una frase que me resonó muy mía, ya la utilicé para un escrito (y que está en parte incrustado en este), es la siguiente:
No te das cuenta de la profundidad a la que estás enterrado hasta que empiezas a cavar.
El crecimiento te llevará a ver más la sombra y la oscuridad, en ti, en el entorno, en los demás y en el mundo. Va a ser costoso y te va a traer dolor, va a afectar a tu vida y mover tu entorno.
Sobredimensionará la carencia, la dificultad, el peso, el dolor, la angustia, lo oscuro, la decepción... El proceso te hará ser hiper-consciente del lado del sufrimiento, de la oscuridad, de "lo que falla, va mal, falta".
En una correcta alimentación es esencial mezclar lo menos posible los alimentos entre ellos para evitar problemas a nivel digestivo, para evitar el empleo simultáneo de enzimas de signo opuesto ácido y alcalino.
Algunas combinaciones incorrectas entre almidones, proteínas y lípidos, puede provocar dispepsia, fermentaciones intestinales, intolerancias, pesadez, halitosis, hinchazón. Una combinación adecuada de alimentos, permite mantener la línea, desintoxicar el cuerpo, y poner en evidencia las intolerancias alimentarias.
Entre las combinaciones menos correctas, la que más, es la de juntar la carne con la pasta, porque provoca un desequilibrio en las secreciones, que lleva a una digestión incompleta de las proteínas en el estómago y a la fermentación de los almidones en el intestino.