Nuestras emociones están ahí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra vida, ni cegar nuestra visión, ni robar nuestro futuro, ni apagar nuestra energía, porque, al momento de hacerlo, se volverán tóxicas.
Bernardo Stamateas,Terapeuta familiar, Argentina
Me gusta empezar este articulo con esta frase tan aclaradora, de que son las emociones tóxicas, que terminan intoxicándonos y destruyendo tanto nuestras vidas como las de nuestros seres más queridos y próximos, pareja, hijos, padres, hermanos, etc.
Como terapeuta defino al ser humano como un ser emocional, quizás otros lo definan como racional, evolutivo, consciente, espiritual, o quizás sea todo ello a la vez y su aprendizaje sea encontrar el equilibrio con todo ello.
Cuando este ser emocional se siente desbordado por la situación y se siente amenazado va a dar una respuesta emocional, como cualquier otro mamífero de la creación cuando se encuentra acorralado y amenazado, su respuesta va a ser defenderse, huir o atacar, y lo hará con impulsividad, fuerza y hasta violencia, el resultado es una respuesta agresiva.
Esta respuesta agresiva se muestra de una forma impulsiva, dando un golpe repentino, un impulso para cambiar la realidad que lo amenaza, en ese momento y salir de la situación.
Hasta aquí podemos empezar a comprender porque de muchas actitudes agresivas, pero no de todas. Podemos entender, comprender que una persona amenazada con violencia decida dar una respuesta a esta violencia con más violencia, con su agresividad. Podemos entender que, frente a una agresión, amenaza, acorralamiento una persona llegue a un estado de temer por su integridad y responda de forma agresiva.
Definamos la agresividad como:
La agresividad es una respuesta impulsiva, presa de una emoción como el rencor, la ira, la rabia, la colera, el miedo…, con la intención de defenderse o agredir, hacer daño a otra persona o animal, física o psicológicamente, también descargar toda esa agresividad en destrozar, romper e inutilizar objetos y propiedades.
Démonos cuenta que con la agresividad somos presa, hemos caído en la trampa emocional del rencor y otra serie de emociones que nos han vencido y hemos sucumbido a nuestro control emocional con la ira, la rabia, la colera.
Cuando les hago esta reflexión en consulta, vemos como cambiamos de verdugo a víctima, este es el primer paso, la primera toma de conciencia, el ser víctima no te salva, pero si te hace consciente de lo débil que eres y de la gran farsa, la gran coraza que te has construido para esconder esta gran debilidad.
También podemos ver como el agresivo camufla su debilidad con organizaciones, asociaciones, grupos, actividades, deportivas o competitivas violentas.
Definamos violencia como:
La violencia es una actitud deliberada, pensada y planificada para causar daño al enemigo, ejemplo de ello son las guerras, invasiones, ocupaciones, maltratos, abusos, violaciones, etc.,
La persona agresiva no tiene por qué estar en ese grupo de violentos, pero la mayoría de ellos sucumbe a ellos, causando acciones violentas a sus seres próximos, generalmente los mas queridos, acciones de agresión a sus parejas, hijos, padres o hermanos.
La agresividad y la violencia son las caras de una misma moneda, y la moneda se llama quiero imponer mi voluntad.
Como siempre digo, en psicoterapia las cosas no las solucionamos tomado pastillas.
Frente a situaciones de estrés, peligro o amenaza nuestro sistema hormonal empezará a segregar el cortisol, la testosterona y por supuesto la adrenalina el coctel explosivo esta servido, gritos, insultos, agresiones y violencia de todo género está servido.
Ahora bien, si no fuese por esta combinación explosiva quizás la humanidad hubiera sucumbido a los depredadores, lobos, leones, emboscadas de hienas o quien sabe que otros peligros.
En el coaching siempre decimos aprovecha lo positivo de cada situación, empoderémonos y seamos capaces de afrontar y superar nuestros problemas o situaciones que ahora se nos presentan como infranqueables, como muros que nos limitan y nos condenan.
Afrontemos las situaciones positivamente, como puedo sacar el máximo potencial de esta combinación explosiva sin morir en el intento.
Como ya te he ido informando, la agresividad al igual que el miedo nos salva la vida, pero si sucumbimos a él, al miedo o a la agresividad, nos hunden a nosotros y a nuestros seres queridos, nuestro mundo.
Esta en la naturaleza humana sentir, ira, odio, colera, es una reacción normal, frente a situaciones que la vivimos como injustica, incomprensión, humillación, etc.
Pero no por ello hemos de perder la conciencia y el control de nuestros estados emocionales, en cuanto perdemos este control las emociones se convierten en toxicas, y como tal, intoxican todo nuestro organismo y nuestra mente, todo tipo de acciones violentas que luego nos arrepentimos.
Como el ya sabido:
- ¿Como has podido hacerlo, - Que no eras consciente, - En que pensabas?
Eras fruto del secuestro emocional, es cuando quedas secuestrado por este estado de rencor, odio, rabia…
Tu mente queda totalmente anulada por una solo acción de querer salir a toda costa de esta situación, abatiendo con agresividad, fuerza y violencia, contra aquello que nos está impidiendo o bloqueando la situación.
Esto en situaciones de supervivencia nos permite salvar la vida, sobrevivir, pero en una situación social, familiar, o de pareja se convierte en agresiones de todo tipo.
Porque, el peligro como tal no existe, tan solo es un cambio de opinión, actitud, opción o razonamiento, por eso he empezado dando nombre en estos casos sobre los que se erige la agresividad y la violencia, quiero imponer mi voluntad, es de reconocer que tengo ya tan pocos recursos y habilidades sociales y morales que voy a imponer mi voluntad contra eso que me parece del todo injusto e inadecuado según mi forma de verlo y pensarlo.
Con toda la agresividad y violencia que dispongo, porque el rencor, la ira y la rabia por todo lo sucedido y hecho me descontrola y arrebato contra todo ello, contra quien lo representa, mi pareja, mis hijos, mis padres, mis hermanos, mis compañeros de trabajo, mi jefe, mi vecino, me descontrolo y soy fruto de este secuestro emocional y sucumbo a esta explosión de testosterona y adrenalina, rompiendo y agrediendo todo a mi paso.
Llegados a este punto tomar conciencia que todos pierden, tu pierdes porque has cometido agresiones violentas contra tus seres amados o valorados, con los que querías estableces relaciones afectivas, de amistad, trabajo o negocios.
Y ellos han sido agredidos por una persona que a partir de ahora van a desconfiar y evitar, tachándola de loca, violenta y descontrolada.
Primero: Tomar consciencia, que con esta actitud y razonamiento lo he hundido todo, si sigo haciendo lo mismo obtendré los mismos resultados, más y más hundimientos y fracasos.
Aprendizaje: Lo que nos salva también nos condena si no lo aplícanos en el lugar y momento oportuno.
Segundo: La pérdida de control solo me lleva al naufragio seguro.
Tercero: Todo el mundo tiene los mismos derechos que yo, aceptar que no todos tienen que tener las mismas opiniones, gustos o tendencias que yo y el grado de humanidad, civilización y consciencia reside en aceptar la diferencia y la pluridiversidad de pensamiento, acciones y razas de la humanidad.
Tres pasos esenciales, sencillos y claves para una convivencia, aceptación y relación basadas en la comprensión y el dialogo, que darán sus frutos en relaciones placenteras y amorosas.
Como dijo San Agustín:
El hombre no puede vivir sin placer, sin amor.
Y para ello tiene que aprender a controlar sus estados emocionales, y sabe hacer frente al coctel explosivo del cual ha sido dotado para la supervivencia, que no le cause su propio hundimiento, el cortisol, la testosterona y la adrenalina.
Como siempre os digo, no hay terapias milagrosas, pero si, tomas de conciencia que generan milagros.
Lo que si hay seguro son procesos terapéuticos, y este proceso terapéutico empieza por esos primeros tres consejos ya mencionados.
Otro consejo a más a más de la toma de conciencia es la de descargar la adrenalina generada por todas las frustraciones, contradicciones o injusticias que vivimos, descargándolas con un ejercicio o deporte, correr, boxear, artes marciales, deportes competitivos, o de riesgo, escalada, ala delta, sulfear, etc…
En consulta pongo en paraláctica algunos ejercidos y técnicas de la Terapia Gestalt para eliminar y descargar toda esta tensión y agresividad acumulada.
Otra es la técnica que os explico a continuación la base de ella es parar o evitar el bucle de pensamientos obsesivos que nos llevaran a generar el cortisol, la testosterona y la adrenalina con el consiguiente secuestro emocional y el arrebato impulsivo de la agresividad hacia nuestros seres queridos.
Esta es pues la primera prescripción para la afrontación del secuestro emocional la denominada técnica semáforo.
En esta situación, cuando estamos en este color, no aparece ira, si bien nos molesta alguna situación o comentario de otra persona:
Nuestra mente tiene unos recursos ilimitados, de tal forma que esta técnica consiste en quitarnos de la cabeza los pensamientos que nos hacen enfadarnos más y sustituirlos por actividades mentales que ocupen el lugar que ocupan los pensamientos que nos generan malestar.
Es decir, si yo pongo toda mi atención en otra actividad mental, no puedo darle vueltas a aquellos pensamientos que me generan malestar, son actividades incompatibles.
Ejemplos de estos ejercicios:
Los pasos a seguir para aprender a respirar lentamente y bajar la tensión son:
Abandonar la situación, esta estrategia debes utilizarla siempre que estés en rojo, en tu ira. Consiste en abandonar la situación. Una vez en la calle o en un lugar lo más alejado posible dentro de la casa, leerás las auto-instrucciones, que te he entregado.
Nota: Es esencial que abandones ese lugar y te alejes de las personas que hay ahí, porque vas a entrar en el secuestro emocional y esto hará que los agredas a ellos y a todo lo que hay, por eso tienes que alejarte a un lugar neutral lejos de todo ello.
Las Auto-instrucciones es una técnica cuyo objetivo es la modificación del diálogo interno que tenemos a la hora de realizar una tarea o afrontar una situación, de modo que modifiquemos el comportamiento (mejora de una habilidad, conseguir autocontrol o solucionar un problema). Afrontando la emoción en situaciones que nos desencadenan sentimientos negativos, interrumpimos la cadena de respuestas inadaptadas e introducimos secuencias de conductas más adaptadas.
Cuando la emoción negativa empieza:
Para ello lee y si te es posible copia las siguientes frases:
Esta es la prescripción clave, pero no la única y que para llegar a ella lo mejor es hacer un proceso terapéutico donde paso a paso, con reestructuraciones, cambios de encuadre y con prescripciones previas llegaremos a esta prescripción. Pero no generalicemos como siempre digo cada persona es un mundo.
Podéis seguir leyendo más artículos míos, en este portal, sobre las terapias y técnicas que aplico en consulta.