La vejez y los pensamientos obsesivos, ilustrado a forma de ejemplo

Todos por desarrollo biológico llegaremos a la vejez, este estado de avanzada edad, que también es causante del desgaste de nuestro organismo, tanto fisiológico como neuronal.
Nuestro estado mental cambia, también sufre de este desgaste por la edad, por un lado, aparecen los trastornos seniles, denominados de la edad, y no todos tienen que ser trastornos o enfermedades, seniles, algunos son tan solo adaptaciones o consecuencias del propio envejecimiento, y el envejecimiento no tiene que ser tratado ni visto como un trastorno y mucho menos como una enfermedad.
Cada época tiene sus características, la infancia, la adolescencia, la juventud, la edad adulta y la vejez, los denominados seniors.
Los seniors
Si esta edad de senior empieza con la jubilación, será sobre los 65 años de edad. No tiene por qué suponer ninguna disminución cognitiva, recordemos que actualmente los grandes gobernantes de los países más poderosos del mundo EEUU, Rusia, China, Emiratos Árabes, están gobernados por presidentes seniors, que superan los 65 años.
Esto ya es muestra que la edad por si, no es una merma de la capacidad mental y cognitiva.
Ahora bien, qué caracteriza esa edad senior, de los 65 años para arriba.
Una de las características es la fijación en los pensamientos, la facilidad para repetir una y otra vez la misma frase, relato o situación, el clásico.
- Hay abuelo, esto ya me lo has dicho tres veces.
- Que sí abuela, que ya lo solucioné, la semana pasada.
Este es un clásico, parece como si las ideas tardasen algo más de tiempo en actualizarse, hay como una falta de agilidad en actualizar mensajes, conceptos, en poner al día los cambios.
Otro aspecto es el quedarse con una idea repetitivamente, sin evolucionar, sería como un pensamiento obsesivo, que repite una y otra vez, sin darse cuenta que ese mensaje ya lo ha formulado, y sin darse cuenta insiste de nuevo.
Otra situación es el olvido de acciones o partes de una acción.
Por ejemplo, al salir de casa, pensar en cerrar las ventanas. Una vez fuera de casa, no saber si he cerrado o no las ventanas.
Otra es un gesto automático, cerrar la puerta y guardar las llaves. Una vez de vuelta, no encontrar las llaves, o encontrarlas puestas en la cerradura.
El no recordar nombres, fechas o cifras.
Y el olvido de actos, acuerdos o resoluciones.
Mientras estás cocinando por la mañana, el almuerzo, y tienes que salir al medio día para hacer una gestión.
En la calle no saber si has apagado los fogones, o peor aún llegar a casa y encontrar la cocina llena de humo, con el guiso todo quemado, con el peligro de incendio.
Todo ello hace que pequeñas situaciones se conviertan en verdaderos muros insalvables, organización de eventos, festejos o excursiones que era habitual y sencillo organizarlo ahora aparecen como verdaderos retos.
Si para la infancia todos, nos volcamos hacia el aprendizaje y escolarización de la infancia.
En esta etapa de vejez, todos tenemos que ser conscientes de estas cuatro o cinco facetas que os he mencionado, y ello no tiene que ser causa de enfados, riñas, o descuidos imperdonables o falta de responsabilidad.
Sencillamente la edad de la vejez, conlleva todo ello y eso estando en perfecta salud física y mental.
Saber que todas estas situaciones les crea una angustia y ansiedad al tiempo de una gran inseguridad y la aparición de miedos, delante de todas estas situaciones que poco a poco van apareciendo en sus vidas.
A los seniors les recomiendo...
- Recuperar las agendas, donde apuntar que hacer cada día. No empecéis una tarea en casa si tenéis que salir. No programaros más de una actividad por día.
- Recuperar los momentos de descanso y contemplación, en paseos, bancos etc. Como yo les recomiendo el des estrés, no pensar y no hacer nada una hora al día.
- Recuperar las amistades, para evitar la angustia y soledad, reunirse con amistades y vecinos en casas, centros cívicos o culturales, dos o tres veces a la semana.
- Indagar antes de repetir, por ejemplo: ¿Hija que fue de la carta del ayuntamiento? ¿Está solucionado?
- Anotar las cosas a hacer antes de salir de casa.
- Tener un localizador de llaves, o dejar llaves de repuesto al vecino.
- Mirar de salir acompañados.
- Detectar qué cosas han cambiado en mí, olvidos, repeticiones, desorientación, aficiones, desánimo, etc.
- Hacer una lista de todo ello y comentarlo con vuestro familiar, con el cual tengáis más convivencia y confianza, y mirar tal y como yo he mostrado en este artículo de darle una solución, en previsión, de pérdidas, olvidos, repeticiones pesadas, o situaciones de peligro o desastre.
Bien deseo haber aportado una ayuda a los seniors en ese rumbo a la vejez, os recomiendo la lectura de mi otro artículo donde expongo los efectos negativos de la soledad en la tercera edad, la angustia y ansiedad que les genera el aislamiento.