Sesión grupal con cuencos tibetanos

El masaje sonoro sincroniza nuestro organismo con sonidos y frecuencias a través de la resonancia.

Los cuencos tibetanos son los instrumentos centrales. Cada cuenco tibetano se corresponde con una nota concreta. De esta manera, las relaciones musicales que se establecen entre los diferentes cuencos tibetanos facilitan una experiencia donde la persona resuena profunda e intensamente con la riqueza de los armónicos producidos por estos instrumentos.

¿Cuales son sus beneficios?

Aparte de los cuencos tibetanos, en el masaje sonoro también participan otros instrumentos como: los crótalos, las campanas, los diapasones y el gong, trabajando sobre el organismo usando la fuerza del sonido.

Las ondas sonoras de los cuencos tibetanos corresponden a las ondas beta y alfa y provocan una profunda relajación y favorecen el acceso a la dimensión interior de nuestro ser.

La terapia del sonido se basa en el principio de resonancia, a partir del cual una vibración más intensa y armónica contagia a otra mas débil, disonante o no saludable. El sonido actúa en nuestras ondas cerebrales, ayudándolas a entrar en otros niveles de conciencia, haciéndolos más receptivos a la auto sanación física, mental, emocional y espiritual.

Qué se puede tratar

Con la terapia del sonido se puede tratar:

• El estrés y la ansiedad.
• Reduce la falta de concentración.
• Tratamiento de depresión y angustia.
• Contracturas musculares.
• Desequilibrios psicológicos.
• Estados de ánimo.
• Aumento de defensas del organismo.
• Estabilidad manetal y emocional.
• Aumento de autoconfianza y seguridad personal.
• Controla los estados de insomnio e hiperactividad.
• Equilibra los hemisferios cerebrales.
• Equilibrio del cuerpo físico, emocional, mental y espiritual.