Enfermedades autoinmunes

Raúl Flint
18 Dic 2018 lectura de 11 minutos
Enfermedades autoinmunes Recomendado

Las enfermedades autoinmunes conforman un grupo, que para unos es de 40 enfermedades, para otros de 80 y personalmente pienso que son muchas más.

Quiero en primer lugar simplemente mencionarlas para lo cual me he valido de un listado, de los muchos que existen, elaborado según "Paleo system" a partir de la bibliografía que menciono al final.

Listado de enfermedades autoinmunes

Enfermedades autoinmunes de carácter reumatológico:

  • Artritis Reumatoide (AR)
  • Artritis Psoriásica (AP)
  • Artritis Reactiva o Síndrome de Reiter (SR)
  • Artritis Reumatoide Juvenil (ARJ)
  • Fiebre Reumática (FR)
  • Espondilitis Anquilosante (EA)
  • Síndrome de Sjögren (SS)
  • Lupus Eritematoso Sistémico (LES)
  • Síndrome de Anticuerpos Antifosfolípidos (SAF)
  • Polimialgia Reumática (PR)
  • Reumatismo palindrómico (RP)
  • Reumatismos inflamatorios no determinados.
  • Enfermedades autoinmunes tiroideas.
  • Enfermedad de Basedow (EB)
  • Tiroiditis de Hashimoto (TH)
  • Otras tiroiditis

Enfermedades neurológicas:

  • Esclerosis múltiple (EM)

Otras enfermedades auto inmunes y heteroinmunes:

  • Enfermedad celiaca (EC)
  • Dermatitis herpetiforme (DH)
  • Enfermedad de La Peyronie (ELP)
  • Nefropatía por IgA (NIgA) o Enfermedad de Berger
  • Esclerodermia (ES)
  • Dermatomiositis (DM)
  • Fascitis de Shulman (FS)
  • Miastenia gravis (MG)
  • Púrpura trombocitopénica idiopática (PTI)
  • Hepatitis crónica activa (HCA)
  • Cirrosis biliar primaria (CBP)
  • Uveítis anterior aguda (UAA)
  • Síndrome de Guillain-Barré (SGB)
  • Vasculitis con anticuerpos anticentrómero, ACA (VAC)
  • Neuropatías periféricas idiopáticas (NPI)
  • Pénfigo
  • Narcolepsia
  • Diabetes mellitus insulinodependiente (DM)

Afecciones reumatológicas:

  • Fibromialgia (FM)
  • Tendinitis
  • Artrosis
  • Osteoporosis espontánea
  • Gota
  • Condrocalcinosis articular
  • Poli artralgias de origen desconocido.

Neurología y psiquiatría:

  • Cefaleas (migrañas y asociadas a la tensión)
  • Depresión nerviosa endógena
  • Esquizofrenia
  • Enfermedad de Alzheimer
  • Enfermedad de Parkinson
  • Distonía
  • Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)

Enfermedades de ensuciamiento no malignas:

  • Diabetes de tipo 2
  • Hipoglucemia
  • Hipercolesterolemia
  • Espasmofilia
  • Sobrepeso y obesidad
  • Arteriosclerosis
  • Aplasia medular
  • Problemas dispépticos
  • Litiasis vesical
  • Pancreatitis agudas y crónicas
  • Caries dentales
  • Amenaza de glaucoma
  • Envejecimiento prematuro.

Patologías de eliminación cólica:

  • Colopatía funcional
  • Colitis microscópica
  • Enfermedad de Crohn

Patologías de eliminación cutánea:

  • Acné
  • Descamación epidérmica
  • Psoriasis Vulgar (PV)
  • Eccemas

Patologías de eliminación bronquial:

  • Bronquitis crónica
  • Asma

Otras patologías de eliminación:

  • Infecciones ORL repetitivas en los niños
  • Rinitis crónica
  • Sinusitis crónica
  • Rinitis alérgica
  • Edema de Quincke
  • Conjuntivitis alérgicas
  • Aftas
  • Histiocitosis de Langerhans
  • Mastocitosis
  • Síndrome de activación de los macrófagos

Enfermedades de mecanismos complejos:

  • Enfermedad de Behçet
  • Síndrome SAPHO
  • Sarcoidosis
  • Sensibilidad bioquímica ambiental
  • Fatiga crónica

Cánceres y leucemias:

  • Diversos

Fuentes:

  • Dr. Seignalet
  • Handbook of Systemic Autoimmune Diseases. 10 Volúmenes. Elsevier Science

Investigando las causas de las enfermedades autoinmunes

Investigando sobre las causas

Si bien en la mayoría de la bibliografía se admite el desconocimiento de las causas, cuando investigué lo hecho sobre Psoriasis, encontré que en realidad la medicina occidental moderna en una de sus múltiples hazañas, ya ha descubierto el origen de las mismas.

En mi artículo sobre Psoriasis (cuya lectura completa sugiero, pues sería como un caso típico de una enfermedad autoinmune) decía lo siguiente:

"La medicina occidental ha determinado que las enfermedades autoinmunes se producen por la inflamación de la mucosa intestinal (la más extensa del organismo), que al verse des-calibrada (por decirlo de alguna manera) deja pasar al torrente sanguíneo macromoléculas y alimentos no digeridos correctamente, es decir se aumenta sensiblemente la permeabilidad intestinal. Esas macromoléculas y alimentos mal digeridos (el intestino debería absorber macromoléculas bien digeridas) se comportan como antígenos, es decir alérgenos (producen alergias) ante los cuales el organismo genera anticuerpos para defenderse. Luego estos anticuerpos se dirigen a través del torrente sanguíneo hacia otras estructuras del organismo a las cuales combaten y comprometen produciendo un sinnúmero de enfermedades que se denominan autoinmunes".

Es decir, hago extensivo este concepto a todas las enfermedades autoinmunes, sin por ello desdeñar toda la multi causalidad que se atribuye a las enfermedades autoinmunes (que va de lo genético, a lo psicológico, pasando por lo tóxico, etc.

Después de 40 años de ejercer la medicina siempre desde un punto de vista holístico que tiene en cuenta todos los factores (como lo hacía la medicina Hipocrática), ya no me preocupa que algunos queridos colegas pongan “el grito en el cielo” diciendo que para hacer tamaña afirmación hacen falta décadas de investigación y verificación. Y agrego y que también que sea rentable para uno de los negocios más infames como es la industria farmacéutica. (Que por supuesto tiene también muchos aspectos positivos). Me acordaba de un pensamiento de un maestro de principios del siglo veinte, Gurdjieff (más intrincado que Lacan)), que en su momento me dejó alelado que se refiere a que todo lo malo tiene en el fondo una buena intención y que hasta el último de los asesinos cree en alguna parte de su ser que está haciendo algo bueno. Y me quedé alelado porque no podía refutar ese pensamiento. Y eso venía a colación de la industria farmacéutica que por supuesto tiene infinidad de cosas buenas (investigación, las dosis exactas, las contraindicaciones, etc.), pero que en las últimas décadas se ha descarrilado demasiado, a mi parecer.

Es como todas las cosas que ponen como principal objetivo el dinero, finalmente no terminan bien.

Pero volviendo a nuestro tema, sinceramente creo que los investigadores que descubrieron que la psoriasis estaba asociada con el aumento de la permeabilidad intestinal, merecerían un gran reconocimiento.

Y esto como he dicho corre para todas las enfermedades autoinmunes y es sin duda el “eslabón perdido” entre la medicina natural y la medicina tradicional.

La compatibilidad de los alimentos

La permeabilidad aumenta por la inflamación del intestino delgado, entonces es menester dar un pasito más y ver por qué se inflama el mismo. Y la respuesta más lógica no es por el Helicobacter Pylori sino que es por lo que ingerimos. Y acá seguramente me dirán que hay múltiples dietas y que no saben para qué lado agarrar: vegetariana, vegana, macrobiótica, naturista, ayurveda, paleolítica, etc. etc. Sin embargo, la enorme mayoría de ellas no hace hincapié en uno de los “elefantes” del siglo XX al que ya hice alusión en el artículo sobre Psoriasis, que es la disponibilidad de miles de alimentos distintos y su mezcla sin ningún criterio para compatibilizarlos. Es por ello que sugiero fuertemente consultar la tabla de compatibilidad de los alimentos. Como así también todas las sugerencias que se encuentran en “alimentación sana”. El que quiera ser vegetariano que lo sea y el que no, no. Pero hay que combinar bien. Por ejemplo amigo vegetariano si Ud. mezcla porotos (alubias) con arvejas (guisantes), o pan con distintas semillas, o lentejas con almendras, y etc. esto le va a hacer mal.

No importa que lo diga yo, o que lo diga un argentino o que la dieta no tenga un nombre en Sánscrito, dele una oportunidad y usted mismo verá los resultados.

Analizando la compatibilidad de los alimentos

La alteración de los alimentos

El otro elefante en lo que se refiere a los cambios alimentarios es la “fabricación” de alimentos, incluidas las modificaciones genéticas. Esto abarca muy diversas cosas, como el maíz (99% transgénico), o la soja transgénica, o la soja orgánica que se cultiva agregando a sus raíces un microbio denominado rizobio (ver) que es orgánico y que aumenta la absorción de nitrógeno por parte de la soja, aumentando así el peso de la cosecha. Y esto es tóxico para el ser humano, como se verifica empíricamente.

El uso de cada vez más sofisticados métodos para cambiar los alimentos se escuda en que si no se hiciera esto habría hambre en el mundo. Cuando la causa del hambre es la acumulación desaforada de riquezas por el 3 ó 4% de la población mundial. En detrimento del resto, pues dicho enriquecimiento no sale del aire, sino de los bolsillos del hombre común, como ha ocurrido en los últimos tiempos en Argentina 2015/16. Pobres los asalariados, que vilmente engañados votaron estas políticas y sufren y sufrirán las consecuencias.

Las modificaciones no solo alcanzan a los cereales, legumbres y verduras. También se están modificando por ejemplo, con genes de anguila a los salmones rosados. De estos últimos, informan que ya son más tóxicos que la soja transgénica pues vienen de criaderos. Y de la mezcla genética de salmones y anguilas nacen salmones por lo menos un 30% más grande. Y créanme que esto no termina aquí. Ya hay arroz fabricado con máquinas y que nunca ha sido cultivado. O cortes de “carne”, que son producidos con algunas células de carne y el resto agregado químicamente. Y le obtienen el color, textura y sabor propios de la carne. Y esto no es ciencia ficción. Ya están circulando por el mundo.

Toda esta debacle es muy difícil de detener. Algunos países del norte de Europa promueven los alimentos orgánicos y tienen inmensos reservorios de semillas en el Ártico a cientos de metros de profundidad, para conservar a toda costa la historia genética de la humanidad.

Pero con lo poco que nos dejan los gobiernos y las empresas privadas con el objetivo de tener mayor rentabilidad, podemos por lo menos no mezclar indiscriminadamente todos los alimentos entre sí. Para ello hace más de 30 años he diseñado una Tabla de Compatibilidad de los Alimentos en base al estudio comparado de unos 50.000 informes de lo que comían mis pacientes y los síntomas que sufrían. Una tarea casi tonta podría decirse pues está mayormente fundamentada en lo práctico o empírico.

He tratado últimamente de fundamentar bioquímicamente el porqué de que una combinación sea mala o buena y he realizado una medianamente amplia investigación al respecto. A poco de comenzar esta tarea, me encontré con lo siguiente por ejemplo:

  • Los frutos de la categoría semidulces como el durazno (melocotón) podían combinarse con por ejemplo frutos desecados como orejones, damascos, etc.
  • Pero resulta que otros frutos semidulces como, por ejemplo, la sandía no hacían buena combinación con por ejemplo pasas de uva.

Ustedes dirán que a quién se le puede ocurrir comer pasas con sandía, pero créanme que se les ocurre. O viejas discusiones para clasificar los maníes (cacahuetes) que algunos dan por frutos leguminosos o legumbres, como las arvejas o guisantes, (que vienen en una vaina), y otros por frutos secos u oleaginosos como las almendras. Acá no habría mucho problema porque estas dos categorías no se mezclan entre sí, ni tampoco dentro de la misma categoría.

Llegado a este punto vi que mi tarea era solo una tarea embrionaria que necesita de mucho más desarrollo. E imaginé que había que combinar alimento por alimento individualmente, y avanzando un poquito más que había ciertas malas combinaciones a las cuales se podrían agregar un tercer alimento y de esa manera hacer los tres más compatibles. Es decir una investigación enorme.

Una cosa buena para mí de esta investigación fue que comprobé que mi tabla que tiene unos 30 años de venir siendo perfeccionada, era citada por otros investigadores o personas comunes, en su mayoría de otros países, como sucedió históricamente con mi libro “Comer bien para ver mejor” que fue editado primero en Barcelona y gracias a ello recién fue editado en Buenos Aires. (Ambas ediciones están agotadas, pero dispongo todavía de algunos ejemplares).

Y para finalizar con este tema, quisiera alentar a mis colegas a suplir la falta de información que lamentablemente brinda la educación universitaria sobre temas como el Naturismo, la Homeopatía, la Medicina China y literalmente cientos de otros sistemas terapéuticos que complementan los invaluables y señeros conocimientos de la Medicina Alopática.

De esta manera, se resolvería por ejemplo la paradójica situación de haber descubierto el origen de las enfermedades autoinmunes, es decir el aumento de la permeabilidad intestinal y no ir al origen de estas dolencias, que es sin duda la mala alimentación.