Electroacupuntura

María Urbano
16 Ene 2019 lectura de 11 minutos
Electroacupuntura

Resumen de Electroacupuntura

La electroacupuntura es una forma de aplicar la acupuntura en la que se hace pasar una pequeña corriente eléctrica entre las agujas siendo complementaria en el tratamiento del dolor o de las parálisis siendo sus campos de aplicación bastante amplios.

Los aparatos usados en electroacupuntura, que han ido avanzando lógicamente con los años, no sólo permiten localizar de forma más precisa los puntos de acupuntura, sino también cuantificar su estado energético de vacío o plenitud y la estimulación de los mismos ("disuelve" el estancamiento y restablece el libre flujo de Qi).

La técnica, aunque lo parezca, no es dolorosa, la sensación se asemeja a la de un hormigueo y, además, la intensidad del estímulo se puede graduar de una forma mucho más precisa y, por tanto, adaptar el tratamiento a la tolerancia específica del paciente.

Electroacupuntura en detalle

Qué es la Electroacupuntura

Orígenes de la electroacupuntura

La electroacupuntura, como indica su nombre, no es más que una forma de acupuntura en la cual se hace pasar una pequeña corriente eléctrica entre las agujas.

Se basa en los mismos principios que la acupuntura tradicional, y es una técnica complementaria fundamental en el tratamiento del dolor o de las parálisis, aunque tiene muchos más campos de aplicación.

A diferencia de la acupuntura, la electroacupuntura en vez de realizar una estimulación manual, utiliza un aparato que aplica impulsos electromagnéticos en forma de corriente eléctrica sobre pares de agujas situadas en puntos de acupuntura, meridianos u otras zonas del cuerpo. En contra de lo que pudiera pensarse en un primer momento, la electroacupuntura no es dolorosa, sino que la sensación percibida se asemeja más a un cosquilleo, ya que la intensidad del estímulo se puede graduar y adaptar a la tolerancia del paciente con mayor fineza que con la estimulación manual.

Orígen de la Electroacupuntura

La electroacupuntura surgió en la década de los 60 en China dentro del marco del tratamiento del dolor, en especial del dolor crónico, y de distintos trastornos neurológicos.

Unos años antes, y de forma independiente, Voll, Niboyet y Nakatani habían encontrado que los puntos de acupuntura presentan una resistencia eléctrica menor y un potencial eléctrico más alto que los meridianos de acupuntura, y estos a su vez también tenían una resistencia eléctrica menor y un potencial eléctrico mayor que otras zonas de la piel, desarrollando aparatos "detectores de puntos" para ayudar en la localización de los puntos de acupuntura de acuerdo al principio de: a más energía menos resistencia y más intensidad.

Este descubrimiento marcó un hito en la historia de la acupuntura, porque permite una medición objetiva, frente a la forma tradicional de diagnóstico basado en el pulso radial, tremendamente complicado y no exento de subjetividad. Posteriormente se desarrollaron equipos cada vez más complejos, como el Ryodoraku de Nakatani, que permiten no solo detectar la localización exacta del punto, y cuantificar su estado energético de vacío o plenitud con fines diagnósticos, sino también estimularlo directamente sin aguja o realizar un tratamiento de electroacupuntura con varios canales de salida, ajustando el tipo de onda, la frecuencia (Hz) y la intensidad (mA) del estímulo.

 

¿Cómo funciona la Electroacupuntura?

Cómo funciona la electroacupunturaLa Medicina Tradicional China (MTC) considera que toda enfermedad tiene un correlato energético, además de los aspectos puramente físicos y químicos que contempla la Medicina Occidental (MO). Denomina a esta energía Qi (pronunciado Chi). Cuando hay un estado de salud el Qi fluye por todo el cuerpo de forma armónica, pero cuando el flujo del Qi se altera sobreviene la enfermedad. Para comprender esto imaginemos que nos damos un golpe en un tobillo.

En esa zona se producirá un estancamiento de Qi (la energía deja de fluir y se estanca como una corriente de agua que se ha detenido con una presa o con un vertido de residuos). Esto acto seguido provoca un estancamiento de la Sangre, es decir, de la parte más material. Si traducimos estos conceptos a un nivel físico-químico, el estancamiento o bloqueo puede observarse porque la zona se pone caliente, inflamada, roja y dolorosa. La sangre se estanca literalmente (edema, hematoma) y se acumulan sustancias químicas inflamatorias (histamina, leucotrienos...) en la zona, se limita el movimiento y aparece el dolor.

Ante esta situación la electroacupuntura "disuelve" el estancamiento y restablece el libre flujo de Qi. Veamos esto más despacio.

En función de la frecuencia de la corriente eléctrica, de la anchura de pulso, del voltaje y de la forma de la onda sabemos que podemos obtener distintos efectos biológicos sobre el sistema vascular, sobre el sistema muscular o sobre el sistema nervioso. Unos tendrán un efecto más potente sobre el sistema vascular, otros menos; unos producen más contracción muscular, mientras que otros provocan relajación muscular, etc. Además podemos añadir a estos efectos biológicos los efectos energéticos que se producen en el punto de entrada, en el trayecto que sigue la corriente entre las agujas, y en el punto de salida.

En el punto de entrada se introduce una corriente eléctrica, y por tanto una "energía" que alcanzará el punto de salida. Este aporte eléctrico hace que hablemos de una estimulación a nivel energético, que permite hacer una Dispersión o una Tonificación de la energía estancada, en función del diagnóstico previo de Plenitud (por ejemplo el dolor agudo que sigue a un esguince de tobillo) o Vacío (en el dolor crónico de una artrosis), mientras que a nivel biológico cabe destacar un efecto analgésico.

Pero...¿qué ocurre en el trayecto entre ambos puntos? Principalmente podemos resumir los efectos, siguiendo al Dr. Carlos Nogueira, en:

  • efectos sobre los vasos sanguíneos,
  • sobre los músculos y
  • sobre el sistema nervioso.

Efectos sobre los vasos sanguíneos:

Independientemente del tipo de frecuencia de la onda que utilicemos, la electroacupuntura siempre provocará una vasodilatación, y toda vasodilatación tiene un efecto analgésico, porque permite "limpiar" las distintas sustancias inflamatorias que se acumulan en la zona de dolor, así como neutralizar los radicales libres que mantienen el edema, liberan más sustancias inflamatorias, evitan que las paredes vasculares recuperen un tono normal e irritan las fibras nerviosas, creando un círculo vicioso de inflamación-dolor-inflamación. En nuestro ejemplo del cauce de agua, los agentes inflamatorios serían el vertido que detiene la corriente y el agua estancada y estropeada. Si hacemos más ancho el cauce (vasodilatación) el agua puede correr de nuevo, sortear los obstáculos y terminará por arrastrarlos en la corriente.

Efectos sobre los músculos:

Dependerá de la frecuencia de la corriente que utilicemos. Con frecuencias bajas el músculo se contrae y aumenta el tono muscular. Es lo que utilizamos en la rehabilitación muscular, cuando hay falta de tono y de masa muscular. Por el contrario con frecuencias altas conseguimos el efecto contrario, una relajación muscular acompañada de analgesia. Este efecto lo utilizamos, por ejemplo, en dolor asociado a contracturas o tendinitis.

Efectos sobre el sistema nervioso:

La onda que se utiliza en electroacupuntura es analgésica a todas las frecuencias, pero por distintas vías. Con frecuencias bajas provoca una analgesia de aparición tardía, de efecto prolongado en el tiempo, que está mediado por la liberación de endorfinas, las sustancias analgésicas endógenas que produce nuestro propio organismo, y que son mucho más potentes que la morfina. De acuerdo con la MTC esa frecuencia causa un aumento del Qi biológico. Como señala Nogueira podríamos contemplar las endorfinas entonces como un aspecto del Qi biológico. Por el contrario con frecuencias altas conseguimos una analgesia rápida, pero poco duradera, ligada a otros mecanismos distintos de la liberación de endorfinas.

efectos de la electroacupunturaDe acuerdo con la teoría de los doctores Ronald Melzack y Patrick Wall de la "puerta de control del dolor" los estímulos dolorosos tienen que "subir" por la médula espinal hasta el cerebro para que allí puedan ser percibidos y etiquetados como dolor. Cuando aplicamos nuestra corriente eléctrica a través de las agujas lo que estamos haciendo es "bombardear" con un exceso de información la médula espinal, y como respuesta, ésta activa unas neuronas especiales que bloquean el ascenso de todas las sensaciones. Esto es fácil de constatar. A todos nos duele la cabeza aunque sea de vez en cuando. Si en mitad de una cefalea nos golpeamos un dedo del pie el dolor de cabeza desaparece de pronto, un dolor compite con el otro, y nuestro sistema nervioso da entonces más importancia al dolor súbito y agudo (que puede tener en ese momento mayor importancia biológica porque indica un peligro potencial) que al dolor preexistente. Y si esto ocurre con un solo estímulo imaginemos lo que puede ocurrir cuando a la médula espinal llega un aluvión de estímulos durante varios minutos. El sistema no puede más y se "cuelga", como un ordenador.

En general se suele utilizar ambos tipos de frecuencias en el mismo paciente, a fin de conseguir tanto la analgesia rápida como la prolongada.

¿Cómo es una sesión de Electroacupuntura?

Las sesiones de electroacupuntura no difieren básicamente de una sesión de acupuntura tradicional. Antes de comenzar la sesión es imprescindible realizar un diagnóstico de lo que le ocurre al paciente, de acuerdo a los criterios de la MTC, y determinar la combinación de puntos adecuados al caso. Para la puntura siempre se emplean agujas estériles y desechables, de un único uso. La principal diferencia entre ambas es que las agujas son estimuladas por el aparato de electroacupuntura en lugar de manualmente, de tal forma que la intensidad del estímulo se puede graduar y adaptar a la tolerancia del paciente con mayor fineza que con la estimulación manual. La sensación no es dolorosa, sino que se parece más a un cosquilleo. La duración de la sesión no excede los 30 minutos.

La electroacupuntura también puede combinarse con otras técnicas acupunturales conjuntamente, como la craneopuntura o la auriculopuntura, y permite el uso posterior de técnicas complementarias importantes, como con las moxas, el tui-na y/o shiatsu, las ventosas, etc.

Indicaciones de la Electroacupuntura

Las recomendaciones terapéuticas para la electroacupuntura, independientemente del equipo utilizado, se basan en la frecuencia (Hz) e intensidad (mA) del estímulo. En general podemos aplicar la siguiente regla:

  • Baja frecuencia y alta intensidad, para tratar afecciones crónicas y dolor crónico.
  • Alta frecuencia y baja intensidad, para tratar afecciones agudas y dolor agudo.

La electroacupuntura tiene un efecto analgésico superior a la acupuntura tradicional y puede potenciar los efectos de la técnica manual cuando se utiliza para tratar problemas distintos al dolor al intensificar la acción y el efecto de los puntos de acupuntura.

Los efectos terapéuticos principales de la electroacupuntura se encuentran en la rehabilitación funcional, neurológica y muscular, y por supuesto en la producción de analgesia o anestesia. En relación al aparato locomotor se utiliza en la recuperación de lesiones postraumáticas, rehabilitación funcional tendinomuscular y nerviosa, inflamaciones de tejidos blandos, tensión muscular y contracturas, atrofia muscular y dolor en general.

Es notablemente eficaz en el tratamiento de lesiones deportivas, lumbalgias, ciáticas, parálisis facial, parálisis periféricas o neuropatías periféricas. También está indicada en la rehabilitación de las secuelas post ACV (Accidente Cerebrovascular o Ictus), conjuntamente con las técnicas de craneopuntura (hemiplejia, hemiparesia, hipoestesia, espasticidad). También hay estudios sobre la eficacia de la electroacupuntura en el tratamiento de enfermedades de la piel como el acné, cólico renal, o la náusea aguda causada por medicamentos contra el cáncer.

Los posibles efectos secundarios de la electroacupuntura, cuando se aplica con seguridad y por un profesional cualificado, son los mismos que con la acupuntura: durante el tratamiento suele experimentarse hormigueo en la zona afectada acompañado de calor. El mayor riesgo es la aparición de algún pequeño hematoma (como puede ocurrir con cualquier inserción de aguja), en especial en pacientes que están en tratamiento con anticoagulantes como el Sintrom.

La electroacupuntura está contraindicada en pacientes con marcapasos o en la proximidad de prótesis metálicas, en zonas de la piel donde hay heridas abiertas o lesiones (en estos dos últimos casos se realiza un tratamiento distal a la lesión), y por precaución en mujeres embarazadas.

Información complementaria sobre Electroacupuntura

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Escrito por
María Urbano

María Urbano es psicóloga, psicoterapeuta y especialista en ansiedad, estrés y trastornos psicosomáticos. María trabaja dentro del marco de la Psicología Positiva utilizando técnicas variadas como Hipnosis, Programación Neurolingüística (PNL), EMDR y Tapping (EFT, TFT). Su formación como acupuntora y en diversas disciplinas de la Naturopatía, le permite combinar en sus tratamientos las potentes herramientas terapéuticas de la Medicina Tradicional China y la Medicina Alternativa con la Psicología.