Las Flores de Bach, un proceso terapéutico

Gerardo Rodríguez Fuentes
14 Feb 2017 lectura de 14 minutos
Las Flores de Bach, un proceso terapéutico

Las flores de Bach empleadas como una herramienta terapéutica por un Practitioner en flores de Bach (terapeuta acreditado por el centro Bach) garantiza los estándares de calidad y profesionalidad del sistema Bach.

El sistema de flores de Bach es un excelente complemento como terapia individual. Como en toda terapia, lo esencial es el acompañar en el darnos cuenta de dónde nos hallamos atascados. Las esencias florales se usan como un catalizador de este proceso. A través de la entrevista acompañamos en este proceso de hacer consciente la emoción ahí dónde se encuentra atascada.

La entrevista es un proceso confidencial e individualizado, que dura entre 45 minutos y una hora. En este tiempo el Practitioner o terapeuta floral registrado en el centro Bach sigue un procedimiento ordenado y protocolizado de escucha activa favoreciendo y acompañando a que la persona que consulta. Este proceso facilita que el entrevistado vaya contactando con las motivaciones de sus emociones. Unas serán más evidentes y otras más profundas.

La forma de trabajar del Practitioner es facilitar que el entrevistado vaya desentrañando estas emociones. Poniendo en relieve lo que está presente hoy. Se trabaja desde el presente ahondando en las diferentes capas, que se van sucediendo, pero siempre desde la emoción presente. La profesionalidad del Practitioner permite, que este proceso regulado y meticuloso, parezca una charla distendida, en la que sin embargo, el entrevistado llega a contactar con lugares íntimos y profundos. Es precisamente esta toma de conciencia, este cómo me pasa lo que me pasa, el que determina la elección de las flores que serán necesarias en el acompañamiento floral del proceso personal. Es justo esto, es lo que diferencia y convierte en genuino, al sistema de flores de Bach.

Las flores de Bach facilitan un proceso de crecimiento personal suave y progresivo, en que se van aprendiendo las herramientas que sí se tienen disponibles. Es un proceso en el que, mediante la verbalización de lo que me pasa, vamos favoreciendo hacer consciente la raíz del problema. Esta método de trabajo respeta el ritmo individual de cada cual. Solo cuando uno/a mismo/a va descubriendo las soluciones, estas soluciones son duraderas.

A la vez, en este proceso se va aprendiendo a identificar las emociones primarias que Bach señalaba como claves para este proceso de auto-consciencia. Se va aprendiendo como se llama dentro del sistema de flores de Bach esto que estoy sintiendo. Identificando, por ejemplo, esta angustia que tengo con el nombre de la flor que la equilibra: sweet chestnut. Los nombres que usamos para las flores de Bach son en inglés por la simple razón de una mayor claridad. Cuando nombramos las plantas con nombres genéricos, cada planta puede tener pequeñas o grandes variaciones usando el mismo nombre en diferentes zonas o países, de esta manera nos referimos a la especie y subespecie que Bach usó para cada una de ellas y evitamos confusiones.

Lo que hace genuino este método de trabajo es precisamente la filosofía del Dr. Bach. La filosofía inspira en todo momento el trabajo como Practitioner favoreciendo la autogestión de recursos y herramientas en el reconocimiento de lo que me está pasando. Es por esto que favorece el auto-descubrimiento. Es precisamente cuando aprendemos por nosotros mismos, acompañados circunstancialmente por las esencias florales y el profesional, que podemos seguir solos. No en vano uno de los dos libros que Bach publicó se llamó Cúrese Usted Mismo. Parafraseándolo, él dijo:

Me gustaría que este sistema fuera tan simple como cuando uno reconoce que tiene hambre y come, así uno reconoce que tiene un miedo y toma Mimulus (una de las flores del sistema de Flores de Bach).
Dr. Bach

El otro se llamó los Doce curadores, donde daba las indicaciones de qué flores estaban indicadas para qué emoción.

Ambos los puedes descargar en la web del Centro Bach de manera gratuita.

El cuento de los caminantes

Bach escribió un cuento que podemos verlo recopilado en sus escritos donde nos señala cómo este proceso de auto-conciencia es un camino que recorremos y como los profesionales que nos dedicamos a la ayuda nos ofrecemos para acompañar los trechos que ya hemos recorrido:

Erase una vez hace ya mucho tiempo que dieciséis caminantes se dispusieron a hacer un viaje a través del bosque.

Al principio iba todo bien, pero después de que hubieran recorrido un buen trayecto comenzó uno de ellos, la Agrimony, a preocuparse de si habían escogido el camino correcto o no. Más tarde, después de comer, cuando iba oscureciendo cada vez más, el Mimulus tuvo miedo de que hubieran perdido el camino.

Cuando se puso el sol y la oscuridad era cada vez mayor, comenzando ya a oírse los ruidos nocturnos del bosque, tuvo el Rock Rose miedo y fue presa del pánico. En medio de la noche, cuando todo se había vuelto totalmente oscuro, el Gorse perdió todas sus esperanzas y dijo: “No puedo seguir. Continuad vosotros, yo prefiero quedarme aquí, donde estoy hasta que la muerte me libere de mi padecimiento."

Por otra parte, el Oak, aun habiendo perdido todas las esperanzas y creyendo no volver a ver más la luz del sol, manifestó: “Lucharé hasta el último momento”, y continuó luchando denodadamente.

El Scleranthus poseía todavía una ligera esperanza pero, a veces, era presa de una inseguridad e indecisión tan grande que en un momento quería tomar un camino y, al mismo tiempo también deseaba tomar otro diferente. La Clematis común caminaba despacio y pacientemente, sin preocuparse demasiado sobre si caería en el sueño eterno o lograría salir del bosque. A veces, la Gentian animaba un poco a los otros pero, en otras ocasiones, volvía a ser presa de la desesperación y de la depresión.

Los otros caminantes no tuvieron jamás miedo de no lograrlo y quisieron ayudar a su manera a sus acompañantes.

El Heather estaba totalmente seguro de conocer el camino y quiso que todos los demás le siguieran a él. A la achicoria no le preocupaba el final que pudiera tener esa excursión, pero sí el estado en que se encontraban sus acompañantes: si les dolían los pies, si estaban cansados o si tenían comida suficiente.

El Cerato no tenía especialmente una gran confianza en su capacidad de enjuiciamiento y quería probar cada camino para poder estar segura de no ir en la dirección falsa. La humilde y pequeña Centaury quería aligerar tanto la carga que estaba dispuesta a llevar el equipaje de los otros. Desgraciadamente, y por regla general, se suele llevar la carga de aquellos que se encuentran en la mejor situación para llevarla ellos mismos, ya que éstos son siempre los que más se quejan.

El Rock Water estaba totalmente entusiasmada por ayudar, pero deprimía un poco al grupo porque criticaba todo lo que ellos hacían mal y conocían el camino. La Vervain también conocía el camino muy bien, aunque estaba un poco confusa y se explayó en detalles acerca de cuál era el único camino correcto que conducía fuera del bosque. También el Impatiens conocía muy bien el camino de regreso a casa, lo conocía tan bien que era muy impaciente con aquellos que caminaban más despacio que ella. La Wáter Violet ya había recorrido el trayecto una vez y conocía el camino correcto, adoptando una actitud orgullosa y altanera porque los otros no lo conocían. Para ella, los otros eran inferiores.

Finalmente, todos lograron salir ilesos del bosque. Ahora viven como guías para todos aquellos caminantes que nunca han hecho ese viaje y, como conocen la oscuridad y el camino a través del bosque, acompañan a los caminantes en calidad de “valientes caballeros”. Cada uno de los 16 acompañantes aporta los ejemplos necesarios enseñando, al mismo tiempo y a su manera, la lección correspondiente que de ello se deriva.
Agrimony camina totalmente despreocupada y hace chistes sobre cualquier cosa. El Mimulus jaspeado ya no conoce el miedo. El Rock Rose mismo es un ejemplo de serenidad en la más plena oscuridad. El Gorse relata a los caminantes durante la noche los progresos que harán cuando el sol se levante de nuevo la mañana siguiente.

El Oak permanece inamovible en medio de la tormenta más fuerte. Los ojos de la Clematis están radiantes de alegría al acercarse el final del viaje. Ya no hay dificultad o revés que pueda desanimar a la Gentian.

El Heather ha comprobado que cada caminante debe recorrer su propio camino y marchar tranquilamente por delante para mostrar que eso es posible. La Chicory, que siempre ha esperado poder tender una mano a aquel que lo necesita, lo hace ahora sólo cuando se lo piden y de forma sosegada. La Cerato conoce perfectamente los estrechos senderos que no conducen a ninguna parte, y la centaura menor sigue buscando al más débil, que lleva la carga más pesada.

El Rock Water ha olvidado hacer reproches a los demás y ahora ocupa todo su tiempo en darles ánimos. La Vervain ya no echa sermones, sino que indica tranquilamente el camino. La Impatiens ya no conoce la prisa, sino que camina lentamente tras el último para mantener con él el ritmo. Y la Water Violet, más ángel que persona, roza como un cálido soplo de viento o un fabuloso rayo de sol a todo el grupo, bendiciendo a cada uno de ellos.

El cuento de los caminantes


Procedimiento de las Flores de Bach

Y continuando con la explicación del procedimiento, este proceso terapéutico requiere de una periodicidad de seguimiento que se ajusta a cada caso individualmente con el fin de permitir la experiencia con la información que la flor nos va devolviendo de nosotros/as mismos/as. Esto dependerá de la situación que estemos manejando, de si se ha hecho algún proceso terapéutico o tratamiento previo, del tiempo que lleve establecido lo que queremos manejar, lo agudo de la situación... las revisiones se suelen concertar con una periodicidad entre una semana y seis semanas.

Las esencias florales no son un medicamento aunque se administre en cuenta gotas. Son un producto natural y seguro, aptas incluso para niños/as o embarazadas. Al finalizar la sesión se facilita el preparado de flores de Bach que se tomará hasta la siguiente sesión.

La forma de tomarlas es en líquido, que llamamos frasco de mezcla. Habitualmente se toman cuatro gotas cuatro veces al día sublinguales, aunque la cantidad de veces o la forma de tomarlas puede variar en función de necesidades personales. Este líquido contiene las flores indicadas en la sesión, agua y si es necesario alcohol como conservante. Es importante que este frasco de mezcla no tenga bruscos cambios de temperatura o quede expuesto a la luz de sol por varias horas, para facilitar la conservación del agua en buen estado. Cuando la mezcla adquiere un sabor amargo o flota una sustancia en el líquido el proceso de conservación ha sido defectuoso.

No es necesario agitarlo antes de tomarlo. (Este es un proceso que se usa en medicamentos homeopáticos conocido como sucusión o dinamización. Las flores de Bach no están fabricadas como un medicamento homeopático, aunque sí estén diluidas y el proceso de dinamización no es necesario, ni cambia en ningún aspecto el efecto de la toma de las mismas). Es aconsejable no exponerlo de manera persistente a campos electromagnéticos, como es conocido el agua acumula información, con lo en ese caso, estaremos tomando con nuestro preparado de flores, otra información que contenga el agua.

El sistema de flores de Bach es el único conjunto de esencias florales que constituyen un sistema. Por definición matemática, un sistema es un conjunto definido de elementos en relación. Así, las 38 flores de Bach son suficientes y necesarias, es decir que sobra ni falta ninguna. A su vez, se agrupan en 7 grupos, sirviendo estos grupos para encontrar la relación que existe entre ellas.

Para acompañar tu proceso personal contacta con un Practitioner Registrado del Centro Bach. El centro Bach es la Fundación heredera del legado del Dr. Bach. Su sede se encuentra en Inglaterra. En la casa conocida como Mount Vernon, en Sotwell, Oxfordshire. La Fundación Bach dispone de un riguroso programa de formación internacional que garantiza la fidelidad al trabajo del insigne Dr. Bach al profesional que se dedica al trabajo con las flores de Bach. La denominación de que un terapeuta floral es BFRP (Bach Practitioner Registered Practitioner) es garantía de calidad y profesionalidad.

Sobre el Dr. Bach

Por último quisiera añadir algunas reseñas del Dr. Bach médico del que el sistema recibe su nombre y creador del mismo.

Foto del Dr. BachEdward Bach nació en 1886 en Moseley, en las afueras de Birmingham, Inglaterra. En 1912 se graduó en medicina y fue especialista en patología, bacteriología y postgrado en salud pública. En su trabajo como médico, descubrió y desarrolló siete vacunas que tuvieron gran éxito y le dieron renombre entre la comunidad médica y científica de la época. El gobierno inglés lo autorizó para vacunar a las tropas con estas vacunas durante la guerra mundial. Investigador tenaz, para Bach, la creencia de que el estado mental podía tener un efecto directo y muy poderoso sobre la salud física, se confirmó con la experiencia. Trabajó como patólogo en el Hospital homeopático de Londres, ahí pronto se dio cuenta del paralelismo entre su trabajo sobre las vacunas y los principios de la homeopatía. Adaptó sus vacunas para producir una serie de siete nosodes homeopáticos. Este trabajo y su posterior publicación le trajo la fama en los círculos homeopáticos.

Bach había estado trabajando hasta ahora con las bacterias, pero quería encontrar remedios más puros y menos dependientes de los productos de la enfermedad. Empezó a recolectar plantas y en particular las flores con la esperanza de reemplazar los nosodes con una serie de de remedios más suaves y naturales.

Tras años de búsqueda e investigación en plantas, con las respectivas pruebas, ensayos y errores, encontró en Impatiens Glandulifera el remedio que buscaba. Y fue encontrando otras 37 flores hasta completar su sistema, en 1934, con 38 remedios, cada uno enfocado a un estado mental o anímico específico. Comprobó que al tratar las personalidades y sentimientos de sus pacientes, sus malestares y sufrimientos físicos se aliviaban de manera natural, al desbloquearse el potencial de curación de sus cuerpos, permitiendo que volviese a funcionar nuevamente. Así estableció, una vez que tenía los remedios que necesitaba, un método de trabajo, válido por sí mismo, para el equilibrio de estados mentales y de ánimo que conocemos como el Sistema Bach.

Edward Bach fallece el 27 de noviembre de 1936. Establecido en una casa llamada Mount Vernon en el pueblo Brightwell-cum-Sotwell de Oxfordshire, desde 2 años antes, es precisamente este lugar elegido por Bach como su última residencia donde sus colaboradores Nora Weeks y Victor Bullen establecen la sede del Centro Bach. Estos colaboradores y los posteriores establecen una fundación que garantice que la casa, el jardín y el legado del doctor Bach se mantenga disponible para futuras generaciones. El actual director del Centro Bach es Stefan Ball y entre otras funciones, coordina la formación del Sistema Bach a nivel internacional y orquesta que las personas que nos dedicamos a la formación y a la terapia con flores de Bach, en cualquier lugar del mundo, lo hagamos con los criterios que el Dr. Bach estableció. Este centro, a través de su página web, facilita un listado de todos los Practitioners que trabajamos según el código de práctica del Centro Bach en cualquier lugar del mundo.