TEMA: Menores y marihuana

Carla Gena escribió: Hola Carla, como haces referencia al consumo del cannabis bajo prescripción médica quería hacer la puntualización de que en ese caso estamos hablando del CBD. Es un tipo de cannabis que tiene un porcentaje de THC muy bajo y que por tanto no tiene los efectos psicoactivos que tiene el resto de cannabis.
Con lo cual, cuando hablamos del consumo de CBD no estamos hablando del consumo de una droga con un potente efecto psicoactivo. No obstante, como cualquier otro tratamiento médico, siempre es bueno hacerlo bajo supervisión facultativa.

Saludos,
Andrea Navarrete (psicóloga en Paideia)

Seamos sinceros, la juventud está cada vez peor, y no hay quien los pare.

Ahora ven con naturalidad el fumar

cada vez son más pequeños los consumidores, un horror

Maria Ines López escribió:
Lo mismo dijeron sobre nosotras, recuerdas?
Me gustaría saber quien aquí ha sido un angel en su juventud.

Como suele ocurrir cuando algo no se regula, sino que se prohibe, se vuelve más fácil de conseguir. Es decir, que para un menor es más fácil conseguir marihuana que alcohol, precisamente porque no tiene que demostrar su mayoría de edad al adquirirla. Así mismo, el hecho de prohibir algo, lo hace más atractivo para los adolescentes, ya que se encuentran en plena fase de rebeldía.

Bajo mi punto de vista, la prohibición, junto a la desinformación, unidas a la rebeldía propia de la etapa adolescente, se convierten en un cóctel que trae muchos problemas que se podrían evitar mediante una regulación basada en evidencias científicas y fomentando una comunicación libre de tabúes con los hijos, basada en información verídica, para que puedan tomar sus propias decisiones estando bien informados. Aquí hay una parte importante de trabajo personal de los padres que consiste en aceptar que no se puede controlar la vida de los hijos y que cuanto más se intenta de manera autoritaria/prohibicionista, más contraproducente es. Esto no significa que no se deban poner límites que, por supuesto que se debe hacer. Pero estos límites se deben poner desde el amor, la confianza y una comunicación libre de juicios, ya que de lo contrario serán percibidos como una imposición autoritaria que invitará bien a la sumisión o bien a la rebeldía, pero difícilmente llevará a una decisión consciente y madura.

El hábito de fumar, así como cualquier otra conducta que implique una agresión a uno/a mismo tiene raíces emocionales profundas que es importante atender. Para ello, la comunicación de la que hablaba es fundamental, además de facilitar el acceso a procesos de psicoterapia en los que los adolescentes puedan hablar libremente de lo que necesiten.

En resumen, para reducir los problemas relacionados con el consumo de drogas creo que es fundamental que los padres se trabajen a sí mismos (preferentemente mediante una terapia psicológica), para así poder crear el mejor vínculo posible con sus hijos. Cuanto más querido, aceptado y con permiso de equivocarse se sienta un adolescente, menos probabilidad hay de que desarrolle un problema con las drogas.

Varias cuestiones respecto al tema. Primero que a la lo largo de la historia de la humanidad las drogas siempre han estado ahí y, especialmente en el caso de las drogas psicodélicas (el cannabis se puede considerar un psicodélico suave) se han utilizado con propósitos muy diversos, muchas veces terapéuticos y/o espirituales. Y seguirán estando. Sin embargo, no siempre ni en todas las sociedades han sido un problema. Según Galeno, en la antigua Roma era habitual repartir flores de cannabis entre los invitados a las reuniones sociales para rebajar tensiones e incrementar la sensación placentera del encuentro, y era un elemento que se encontraba habitualmente en los hogares romanos. Y, a diferencia del alcohol, no he encontrado noticias de que ello supusiese un problema ni de salud ni de orden público. No fue hasta la llegada del cristianismo, que la consideraba una hierba pagana, que este fue relegado (de la misma manera que los misterios de Eleusis, un rito iniciático griego en el que se utilizaba una sustancia psicodélica actualmente desconocida, sobrevivieron al imperio romano pero no a la llegada del cristianismo). Seguramente es a esta visión que mantuvieron los primeros cristianos a la que debemos, en primera instancia, el actual tabú respecto a las sustancias psicodélicas.
Entonces, nos podemos preguntar, ¿como algo que para los romanos no suponía ningún problema a nosotros nos trae tan de cabeza? Pues porque era algo integrado en su cultura. Creo que con el cannabis tenemos un problema cultural a causa de la ilegalidad como alguien ha propuesto, pero sobre todo del tabú. Necesitamos volver a tener una cultura de las drogas y, por lo tanto, una educación en las drogas, y ello no es posible si el mensaje es "simplemente di no". Eso no hace más que incrementar el tabú y perpetuar el desconocimiento. Y en el caso de los adolescentes, los aleja de los padres y los educadores. De la misma manera que la educación sexual no se puede limitar a las medidas higiénicas y contraceptivas, la educación en las drogas significa algo más que conocer sus peligros: significa aprender a usarlas bien, si es que ese es el deseo de la persona.
Obviamente, las drogas psicodélicas no son recomendables para personas inmaduras (es una cuestión de madurez, no tanto de edad aunque esta pueda ser un indicador, pero no necesariamente una persona de 50 años es una persona madura), pero tampoco he encontrado ningún estudio serio que realmente demuestre que alguno de los efectos que se le atribuyen al cannabis, como la psicosis, se puedan atribuir a su consumo y no a una condición previa. En cualquier caso, cuando alguien desarrolla un abuso de sustancias, como en el caso de cualquier conducta autodestructiva, es porque le pasa algo. Si alguien desea profundizar en el tema le recomiendo esta entrevista con Marion Woodman circulosdemujeres.blogspot.com/2018/08/c...iritualidad-una.html
Si me encontrase con un adolescente que abusa de la marihuana trataría de comprender porqué, que es lo que encuentra ahí que no lo encuentra de otra manera, y cómo es que no lo encuentra de otra manera. Sin embargo, ¿cuantos padres y cuantos educadores tienen realmente un conocimiento sobre el tema que no esté mediado por el tabú? En muchos casos, la información y la experiencia de que dispone el adolescente es mucho más completa que aquella de que disponen los padres. Y a veces incluso es más maduro. Si ese chaval fuese mi hijo, probablemente me dirigiria a un profesional, pero trataría de que ese profesional cumpliese por lo menos dos requisitos:
- Que fuese un buen conocedor del tema y no se dejase influir por los tabues sociales al respecto.
- Que su enfoque fuese sistémico, en el sentido de que trabajase con el núcleo familiar en su totalidad: los problemas de los hijos no suelen estar desvinculados de los problemas de los padres, y llevar al niño al psicólogo como quien lleva el coche al mecánico ("a que me lo arreglen") suele dar resultados bastante limitados, si lo comparamos con aquellos casos en que los padres se implican profundamente en la terapia.

¡Hola a todos!
No quiero dejar pasar esta cuestión como algo inevitable, sabemos que las drogas siempre han estado y estarán en contacto con las neuronas humanas,pero la prohibición debe salir del propio ser humano...no se están enfocando los problemas de los adolescentes con las drogas correctamente...no es algo inevitable...ni un hábito social ...es una conducta insana ilegal no por casualidad ,ni por el cristianismo, dejando a un lado arquetipos y polaridades ideológicas o de pensamiento. La prohibición es estricta porque se ha comprobado científicamente que daña seriamente las capacidades intelectuales y la personalidad de los adolescentes...LA MARIHUANA NO SUPONE UN TABÚ...
el tabú es algo irracional ...Pero ver dañarse la lucidez de nuestros jóvenes ,y cómo sus ilusiones de futuro se desmoronan, ...es algo muy evidente, tener presente que se trata de un depresor del SNC.
El enfoque debe ser serio y de tolerancia cero: la salud (individual y familiar)física , psicológica y emocional deben tratrarse de forma holística.
El enfoque holístico requiere una mente abierta,para empezar por parte de las familias ,los terapeutas y de los educadores.
De nosotros depende que volvamos a la esencia de la salud por medios más naturales y encontrando siempre el equilibrio.Me explico, cambiar esquemas en nuestros hogares...potenciar la mente crítica y el diálogo racional en nuestros hijos sobre su salud y aprendizaje dando paso a su creatividad y no a los ARQUETIPOS sociales y culturales...por ejemplo:
1) Permitir la tecnología sólo como ayuda a nuestro bienestar..no cómo una adicción(convivir más con nuestra familia)
2) Ayudarnos de la naturaleza para sanar de forma holística.
Dícese, por ejemplo : naturopatía, homeopatía , acupuntura o auriculopuntura.
3) Dar ejemplo nosotros ,los supuestamente adultos, de que lo somos...evitando huir de nuestra realidad,
afrontando y solucionando las dificultades con imaginación y esfuerzo diario...no eludiéndola con estimulantes ni depresores del SNC.Y prestando más atención a nuestros menores,incluso para poner límites con diálogo, antes de que éste no sea posible.
4) Evaluar los resultados ,a nivel educativo de nuestros jóvenes , en los institutos o módulos,tras enseñarles de verdad a gobernar sus capacidades sin drogas, para hacer frente a la realidad que supone solucionar problemas complejos a diario.Y no limitándose a cumplir un temario teórico.
Si, sería necesario control de drogas en los institutos,..., a través de protocolos de los centros de salud, de forma que no suponga estigmatización, sino implicarse a nivel educativo en la detección de un problema para la salud grave ,como es la marihuana en un adolescente.

SALUDOS

Primero una aclaración técnica: el cannabis no es un depresor. Cuando la OMS clasifica las sustancias según su efecto sobre el SNC lo hace en cuatro grupos: depresores, estimulantes y perturbadores (psicodélicas). Los Depresores más habituales son el alcohol, los opioides, los barbitúricos y las benzodiacepinas. El cannabis se clasifica como perturbadora, aunque hoy en día se reconoce que puede presentar efectos de los tres grupos dependiendo de factores tanto farmacológicos (dosis, calidad, variedad...) como extrafarmacológicos (expectativas, condiciones en que se produce el consumo...).
Como tú, Miguel, soy partidario de abordar este tema (y cualquier otro) con una mente abierta y crítica, así como el diálogo racional. Pero ello no es posible sin contar con la información correcta. Y en lo que obviamente no estoy de acuerdo contigo es en que no haya un tabú alrededor de la marihuana. Si mi anterior argumento respecto a la irrupción del cristianismo que consideraba la marihuana como hierba pagana (como si los vegetales tuviesen religión) no te convence de la irracionalidad de las creencias que nuestra cultura ha sostenido alrededor de ella, quizá lo haga conocer la historia más reciente de su prohibición, en la que encontramos más amarillismo interesado que racionalidad científica. Al respecto, te recomiendo leer el siguiente artículo www.dinafem.org/es/blog/historia-de-la-ilegalizacion-cannabis/
No comprendo como medidas policiales como el control de drogas en los institutos que propones pueden no llevar a la estigmatización, realice quien realice las pruebas. Sinceramente, creo que eso complicaría más las cosas. Las políticas represivas llevan casi un siglo demostrando su inutilidad, y los adolescentes suelen ser los más reactivos a ellas. Si se trata de "dar ejemplo..." "...afrontando las dificultades con imaginación y esfuerzo diario..." no podemos caer en la trampa de coger el camino más fácil cuando se trata de ellos. Si quieres saber si un adolescente se droga, pregúntale, y si no estás seguro de si te dice la verdad, pregúntate porqué no confía en ti y aplica tu imaginación y tu esfuerzo en crear el marco de confianza en el cual realmente le puedas ayudar. Aunque muchas veces no sea fácil, eso es lo que funciona y lo demás es echar balones fuera.
Saludos a todos.

La persona que quiera fumar o ingerir marihuana, pues libre es de ello bajo su responsabilidad y bajo el conocimiento de su cuerpo, pero siempre respetando su entorno, por que veo fatal que a las salidas de los colegios los jóvenes salgan fumando porros y rodeados de otros jóvenes, ya no solo en los colegios, si no también en los parques públicos o en cualquier otro sitio.

Seguramente la marihuana con fines terapéuticos sea excelente para muchas patologías donde lo fármacos no hacen ¨nada¨ pero está claro que el abuso puede tener consecuencias.

Por otro lado se estigmatiza muchísimo el consumo de marihuana como si fuese lo peor ¨una hierba natural¨ y que destroza muchas vidas... pero en cambio no dicen nada de las millones de muertes que produce el alcohol, la demencia que produce por la destrucción de las neuronas, las cirrosis hepáticas.... de eso no dicen nada , en cambio que me digan a mi si la marihuana mata tanto como el alcohol, creo que está muy claro el porcentaje y hacia donde va la balanza hacia un 97% hacia el alcohol, en cambio es legal por el gran beneficio económico que aporta.

Es curioso como se persigue lo natural y como se legaliza lo que mata. Pienso que debería ser legal la marihuana, siempre con responsabilidad y control, sobre todo educación. ¿Que pensáis sobre ello?